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martes, 10 de febrero de 2009

Celwynvian


En las profundidades del Bosque Mierani, los vitales árboles verdes, espesos de hojas y cubierto de enredaderas cayendo, dan paso a agrietados y largiluchos troncos doblados bajo el peso de deformado verdor. Aún más adentro, los árboles mueren completamente, dejando tras de si esqueletos extendiendo secas ramas hacia el cielo. En las profundidades yace un enorme, omnipresente cráter repleto de estanques de agua enfermiza, un perverso recuerdo de una antigua calamidad. Más allá se alzan los restos de la ciudad elfica de Celwynvian, la Ciudad de las Lluvias Esmeraldas [City of Emerald Rains], en ruinas, desafiante, y rodeada por un confusión de verde donde el protector Bosque Mierani aun busca sanar una antigua herida.
Incalculables siglos han pasado desde que Celwynvian florecía como un centro elfico de cultura, comercia e investigación. Tras su abandono hace casi 10000 años, Celwynian permaneció vacío mientras que el bosque lo invadía y los animales salvajes hacían de ella su hogar. Tras el regreso de los elfos a Golarion, marcharon hacia Celwynvian solo para descubrir que los animales salvajes eran la menor de sus preocupaciones. Los encantamientos de la ciudad habían cedido y se habían vuelto inestables; dragones, monstruos y muertos vivientes habitaban sus calles. Lo peor de todo, una vergüenza secreta había reclamado la ciudad para sus propios perversos fines: los elfos oscuros, habiendo entrado en el mundo de la luz pervirtiendo un antiguo portal elfo en el interior de la Academía de las Artes. Desesperados en ocultar la perversión a los ojos de las demás razas, los elfos declararon Celwynvian fuera de los límites para los visitantes y situaron una guardia alrededor de la ciudad. Se volvería un bloqueo que duraría por siglos y ocultó el destino de la antigua de la ciudad a todo más allá de Mierani.
Incluso después del paso de las era, grandes tesoros permanecen en Celwynvian, junto con el saber y los descubrimientos que desde hace tiempo que los elfos temían irreparable. Para los exploradores de férreo valor, las cámaras y secretos almacenes que yacen ocultos bajos los restos de la Ciudad de las Lluvias Esmeraldas ofrecen grandes recompensas. Pero los retos que acechan dentro del caparazón de la ciudad son peligrosos en el mejor de los casos e insuperables en el peor, y más de un cazador de tesoros ha superado las defensas de Celwynvian, para no regresar jamás.

DEFENSORES DE CELWYNVIAN
Los elfos de Hoja Gimiente [Crying Leaf] en cooperación con los mercenarios de los Shin'Rakorath, luchan para mantener a los viajeros alejados de Celwynvian y a los viles ocupantes de la ciudad dentro. Densa, descuidad vegetación imposibilita la entrada en la Ciudad de las Lluvias Esmeraldas dificil desde cualquier cantidad de punto, y los elfos saben exactamente donde se hallan los puntos de entrada más sencillos -protegiendolos con guardias constantes y centinelas mágicos.
En cualquier momento, de tres a seis grupos de docenas de elfos patrullan las fronteras de Celwynvian, con numerosos otros puestos de guardia ocultos en los bosques circundantes. Estos defensores son duramente entrenados y la mayoría tiene una importante experiencia de combate -los defensores más diestros siendo guerreros y exploradores, con una pequeñas cantidad poseyendo alguna capacidad arcana. Un puñado de druidas y usaurios de magia locales apoyan a las filas de defensores.
El capitán Kaerishiel Neirenar (LN elfo explorador 8) actualmente lidera a los defensores de Celwynvian. Un experimentado soldado y miembro de los Shin'Rakorath obtiene el respeto de sus tropas a través de un consistente, decisivo liderazgo. Sus rápidas reacciones puede parecer duras a los extranjeros, pero posee una inusual sabiduría y la capacidad de evaluar rapidamente las situaciones. Aunque experimentado en el combate cuerpo a cuerpo, Kaerishiel prefiere su arco largo por encima de las demás armas. La antigua arma viajó de vuelto con los elfos cuando regresaron a Golarion y solía pertenecer a su lugarteniente y amiga cercana, Taisylveen. Los drow mataron a Taisylveen la primera semana en que ella y Kaerishiel se hiceron cargo de la defensa de Celwynvian. Kaerishiel porta el arco en su honor.

CELWYNVIAN DE UNA VISTAZO
No más que una sombra de la gloria y de la belleza de lo que fue una vez la Ciudad de las Lluvias Esmeraldas, las ruinas de Celwynvian ocultan peligros más allá de las simples bestias y los invasores drow. Descritos a continuación solo son un ejemplo de las ruinas más conocidas y lugares destacados no vigilados que aún perduran en Celwynvian.
1.- La Senda de las Sombras Caídas [The Path of Fallen Shadows]: Este ancho bulevar lleva a una zona de derruidas ruinas y densa vegetación. Hace meses, una grupo de drow cayó sobre una patrulla de defensores de Celwynvian, y una terrible reyerta sobrevinó. Los elfos tradicionalmente portan al hogar a sus camaradas caidos para dar a los muertos un entierro adecuado y se aseguren que que ninguna magia oscura habite en sus cuerpos. Sin embargo, después de que los drow huyeran, los elfos levantaron los cuerpos de sus caidos y se horrorizaron de ver sombras impresionadas en los guijarros donde los cuerpos habia caido.
Temiendo magia poderosa -ya sea una corrupción de una antigua defensa de Celwynvian o alguno nuevo truco de los drow- los elfos huyeron y ahora rechanza entrar en esta avenida. Runas elficas de advertencia de peligro marcan varios de los caidos edificios que bordean la senda. Las sombras perduran, manchas negras, sobre los guijarros, y un frío empama el aire. Los exploradores que por accidente recorren la Senda de las Sombras Caídas a veces relatan escuchar ruidos demasiado calmados y notorios como para explicarlos, y hojas que susrran y se balancean incluso cuando no hay aire.
2.- La Biblioteca de Reenai [The Libray of Reeni]: Pergaminos de poder, tomos de historia antigua, esbeltos volumenes de poesia lírica, cartas de linajes que datan de miles de años, todo esto y más alinaedo en las estanterías de la Biblioteca de Reenai. En los días anteriores a la Caída de la Tierra, muchos de los más importantes libros y documentos abandonaron la ciudad con los elfos, pero el espacio y la urgencía ordenó que algunos fueran dejados detras. Los restos de este edificio posee una gracial escalera centra, un amplia plaza delante, y paredes de piedra blanca grabadas con runas y artesanía elfica, mostrando conceptos de aprendizaje, conocimiento, magia y arte.
Viejas manchas de sangre estropean la plaza de la biblioteca, y grietas en las paredes cuentan la historia de proyectiles de ballesta que fallaron y golpes de mazas. Un grupo de drow reclamaron la biblioteca como su baluerta hace algunos años, por ellos los defensores de Celwyndian han sido incapaces de derrotar a los intrusos.
El saber elfico sugiere que una docena de cámaras ocultas dentro de la biblioteca. Seguramente algunas de las cámaras se han derrumbado con el tiempo y otras seguramente estaran vacias, sus contenidos o bien transportados durante la evacuación o saqueado por los drow. Pero aún algunas pueden permanecer intactas, guardando sus contenidos contra el tiempo y los saqueadores.
3.- Parque Verithes [Verithes Park]: En el apogeo de Celwynvian, el Parque Verithes era una de las dos zona de cuidadosamente vegetación cultivada dentro de la ciudad. Plantas exóticas, flores tropicales, árboles frutales, arbustos de bayas, y más crecían en este exhuberante, zona primorosamente atendida, rodeada por una borde de árboles nativos.
Cuando la Caída de la Tierra dejó un enorme cráter en el flanco de Celwynvian, la destrucción también impactó sobre el Parque Verithes. Los bordes oeste y sur del parque muestra hileras de arboles esqueleticos, sus raices oscurecidas y marchitas incluso miles de años después de la catastrofe.
Más adentro en el parque, los árboles y plantas sobrevien pero crecen deformadas -ya sea por los efectos de la Caída de la Tierra o un antiguo conjuro de Celwynvian dañado o cambiado con el tiempo, nadie lo sabe. Siempre parece estar oscuro aqui. Los árboles susurran y mueven sus ramas ante los transeuntes, y zarzas y vides asesinas acechan en medio de la aparentemente indefensa vegetación.
4.- El Cráter Ulcerado [The Festering Crater]: Durante la Caída de la Tierra, un enorme trozo de piedra golpeó Celwynvian y creó un cráter en el borde sureste de la ciudad. El arroyo subterráneo que alimentaba el lago en el Parque Verithes burbujeó, pero algo contaminado en la roca mancilló el agua -o quizás fue un efecto de una miriada de conjuros elficos en la zona estallando cuando el cráter derribó edificios y arrasó ruinas. Una relativamente limpia cascada cae sobre el corazón del cráter donde inerte, enfermaiza agua se agita.
Mientras que el agua parece poco atractiva, es en -en su mayor parte- segura para beber. Las criaturas del bosque a veces vagan por la zona, y no es raro que osos y otros grandes depredadores acechen el hoyo de aguas. Los animales que beben del cráter no sufren efectos enfermizos.
Las criaturas inteligentes, por otro lado, a veces experimentan innusuales efectos colaterlaes. Los lanzadores de conjuros divinos en particular a menudo notifican vertigos, alucinandios e incontrolables descargas de energía positiva o negativa. Algunos han teorizado una conexión entre Urgathoa y el cráter -una conexión demasiado débil para inflingir enfermedad sobre cada criatura que bebe, pero lo suficiente para estallar en la presencia de una fe rival. A pesar de su reacción ante algunos lanzadores divinos, el agua es clara y potable.
5.- Templo de los Vigilantes [Temple of Watchers]: Esta medio derruida torre alberga capillas dedicas a las cuatro deidades adoradas por los elfos de Celwynvian: Calistria, Findeladlara, Ketephys y Yuelral. Poco del santuario del templo fue preservado para los tiempos modernos, los grandes ventanales y los altos altares habiendo sido destruidos hace tiempo. Entre los escombros, cubiertas por hiedras, se alza una solitaria ordinaria estatua de un bailarin elfo que parece estar hecha de arcilla sencilla. De hehco, al arcilla no es sino los restos del equivalente a plovo, barro y plantas podridas de siglos. Bajo la sucia cascara yace una estatua cristalinda de la diosa elfa del arte, Findeladlara.
6.- El Pabellón de la Razón [The Pavilion of Reason]: La elevada plataforma centra de este pabellón no tiene muros, solo amplios arcos que permiten una vista clara del interior. Destrozados bancos forman un semicirculo alrededor del podio. Ganchos en el techo una vez sostuvieron en lo alto cortinas de seda pura. Tres plataformas más pequeñas que rodean al pabellón central muestran tribunas, donde los espectadores una vez se sentaban para escuhar los debates del interior.
El Pabellón de la Razón fue un lugar para realizar lecturas, debatir politica y filosofía, y expresar oponiones racionales. Cualquiera podia hablar, y cuando el tiempo de uno terminaba, el siguiente orador se levataba para ocupar su lugar. A veces, los debates duraban días y noches durante semanas mientras orador tras orados llegaba y para tomar el lugar del siguiente.
Los muros abiertos del pabellón ofrecen poco abrigo contra los elementos o los depredadores, Viajeros ocasionales a menudo usan el elevado punto de ventaja y relativo interior limpo del pabellón como un campamento temporal. Sin embargo, un persistente encantamiento permanece alrededor del pabellón el cual ahoga el sonido en todas las zonas excepto en la plataforma central para que así los espectadores pudieran escuchar de forma más fácil los debates. Las puebras de Moverse en Silencio realizadas en la zona (pero no en el interior de la plataforma central) reciben un bonificador +4 de circunstancia.
7.- Lluvia de Yuelral [Yuelral's Rain]: En los días antigüos, las torres en forma de lagrima de esta estructura albergaba una cantidad de herbalistas dedicados al dios elfo de la magia llamado Yuelral. Aquí ideaban sutiles magias, pociones e infusiones dedicadas a mejorar el crecimiento de las cosas naturales y rogar a las plantas que tomaran fomas maravillosas. Ahora una ruina, los elfos oscuros han reclamado el edificio como suyo, usando los estantes estaques y pebeteros para elaborar toxicas creaciones alquímicas.
8.- El Coliseo de la Máscara y de la Lira [The Coliseum of Mask and Lyre]: Donde una vez baladas épicas y odas alegres resonaban por todos estos salones, ahora lamentos lúgubres y tragicos suspiros abundan. El Coliseo actuaba tanto como un teatro y como un auditorio, y algunos de los actores y cantantes más dotados de los elfos Mierani una vez honraron su escenario.
9.- La Academia de las Artes [The Academy of the Arts]: Esta elegante estructura se levanta al final de una ancha senda flanqueada por dos estatuas de eruditos elfos, cada una de 12 pies de alto. Las estatuas de marmol una vez mostraban a dos eruditos en perfecto detalles como si estudiaran libros abiertos, pero el tiempo y los elementos han borrado los detalles y agrietados las piernas de las estatuas.
En la Academia, los elfos aprendían los más antiguos secretos de la magia y creaban nuevos conjuros con ls que ayudar y proteger a su pueblo. Las paredes resonaban con el poder de los ocupantes de la Academia; armas, pociones y baratijas llenaban las camaras y laboratorios de investigación. Los rumores mantienen que montones de objetos mágicos, libros de conjuros y valiosas notas de investigación aún yacen ocultas en la Academia, en habitaciones sin puertas y camaras ocultas tras muros ilusorios. Sin embargo, cualquiera que desee buscar este conocimiento perdido, pirmero debe tratar con los drow que hace de la abandonada Academia su base de operaciones.
10.- Avenida de Visiones [Vista of Visions]: Esta larga avenida asciende desde el sur hacia el norte hasta alcanzar una cumbre, luego deciende hasta el nivel de las calles otra vez. Todo a lo largo de la avenida surgen estatuas en ruinas, una vez de una calidad excepcional, cada una mostrando una figura elfica de la historia, la cancion o la leyenda.
Aquí se alza Faustinil el Hacedor de Vino [Faustinil the Winemaker], ofreciendo una copa al espectador, con una sonrisa en sus labios. Se decía que podía destilar el verde de las hojas forestales y inmuir su vino con el sabor de un día lluvoso. Leremi el Vigilante, permanece vigilante; durante un asalto contra la ciudad, el guardian rechazo ceder su puesto incluso ante cantidades superiores, y cayo antes los filos de los enemigos justo cuando llegaban los refuerzos. Sadrissil la Muchos Matices [Sadrissil the Many-Hued] mira hacia el cielo, una distante mirada en sus ojos, como si soñará con el siguiente cuadro para atraer espectadores a la Galería de la Contemplación. En la cumbre de la avenida descansa una imagen de Thelissia Siete Estrellas [Thelissia Seven-Starred], una elfa maga cuyas investigaciones llevaron a muchas de las defensas arcanas que una vez protegieron y reforzaon Celwyncian. Una Imagen Permanente envuelve a la estatua con motitas flotantes de luz púrpura y plateada y colorea los ojos de la estatua con un brillante verde esmeralda. La identidad de cualquiera de estas estatuas puede ser descubierta con una prueba de Saber (Historia) CD 25 -haciendolo especialmente dificil debido al deterioro de las esculturas. El resto de las estatuas se han deteriorado hasta el punto del anonimato, o agrietado y caido de sus pedestales.
Salvo una. En el final sur de la avenuda, una nueva estatua se yergue sobre un viejo pedestal. La escultura es el busto de madera de un elfo, muy joven, con una cicatriz que se extiende desde su oreja derecha hasta su boca. No hay placa u otra marca de identificación sobre la estatua.
11.- El Invernadero Cristalino [The Crystal Conservatory]: Una cúpula de cristal corona este bajo edificio, habeindo sobrevivido milagrosamente a los siglos. Un estrecho tramo de escalones en espiral rodean la pared externa hacia al arco que lleva al interior de la cupula. Dentro, docenas de plantas tropicales y flores exoticas crecen desenfrenadas, sus olores mezclandose para formar una pesada colonia que perfuma el aire. La cupula de cristal captura la luz del sol, manteniendo la atmosfera del interior del invernadero caliente y humeda. Un agujero en el centro del suelo admite unos poco pies de un tronco y el dosel frondoso de una antiguo árbol; el resto de su tronco y sus raices permanecen ocultas en la habitación de abajo.
Entre su vegetación reside una driada llamada Ysila. Aunque no es agresiva, Ysila lo tiene dificil para confiar en cualquiera que entre en el invernadero. Demasiados encuentros con los drow y los monstruos le han hehco precavida. Ysila usa sus habilidades para intentar expulsar a los instrusos sin descubrirse a si misma. Si los visitantes pasan tiempo y esfuerzo asegurando a Ysila que no la van a dañar puede surgir de su arbol para tratar con ellos. Ysila sabe una tremenda cantidad sobre las plantas en el invernadero y puede recomendar hierbas para combatir enfermedades o venenos y habla un poco sobre las criaturas naturales que vivien en las ruinas.
12.- La Copa Grácil [The Flauted Goblet]: Aunque Celwynvian albergaba muchas posadas y tabernas de gran calidad, la Copa Grácil ostentaba la reputación de la bodega más repelta, el personal más amistoso, y los patrones más refinados. Un patio circular rodea tres cuartas partes del suelo principal, donde amplias ventanas miran hacia la moldeada bodega. Un nivel superior actua como comedor privado.
Los sitiados drow contra los guardias de Mierani no son los únicos que habitan las ruinas. Fisaria, una drow nigromante, y su aprendiz Bixus, han hecho de la Copa Grácil su hogar mientras realizan experimentos en el interior de la ciudad. Fisaria cree que algo de las hechicerias derribadas de Celwynvia podrían interactuar con sus conjuros nigromanticos para crear unicos, arcanamente impulsados muertos vivientes -aunque de lejos, todos sus intentos han resultado en corrientes zombis, esqueletos y necrofagos, los cuales libera para que recorran la ciudad sin trabas.
Fisaria y Bixus realizan regulares excursiones al Jardín del Alivio Eterno, el cual no desean ocupar permanentemente debido a su construcción expsuesta y la falta de estructuras adecuadas para albergar un laboratorio. Los incursores drow que operan fuera de la Biblioteca y la Academia de las Artes conocen a Fisaria y a Bixus, y ocasionalmente comercian suministros por información que ella recoge en sus rondas nocturnas. Sin que lo sepa Fisaria, Bixus recientemente ha hecho contacto con la huecuva Vigonyis en el Jardin del Alivio Eterno. Comercia con los secretos de su señora con el horror a cambio del propio conocimiento de la monstruosidad muerto viviente, esperando obtener la sabiduría necesaria para sobrepasar a Fisaria y reclamar sus tesoros arcanos.
13.- El Jardín del Alivio Eterno [The Garden of Eternal Ease]: Esta avenida una vez llevó al jardin más sombrío de la Ciudad de las Lluvias Esmeraldas. Hoy, escombros, arboles caidos, y edificios destruidos derribados por el impacto de la Caida de la Tierra cubren la mayoría de este enorme campo, pero alguna tierra indemne queda. Aqui esta el Jardín del Alivio Eterno, el lugar del descanso final de muchos de los ciudadanos de Celwynvian. Diminutas piedras, cada una sencillamente marcadas con un nombre en Elfico y un pequeño simbolo, cubren la extensión verde. Cada piedra marca una tumba; cada simbolo representa la persona debajo. Flores decoran las lapidas de las doncellas, herbolarios y jardineros; libros y estrellas indican las tumbas de historiadores, magos y eruditos; y una variedad de simbolos más personalizados representan las aficiones u ocupacioes de aquellos que descansan debajo.
Montones de oscura tierra indican que algunas de estas tumbas -al menos una docena- han sido recientemente exhumados. Esto es obra de la drow nigromante Fisaria y sus experimentos nigrománticos. Las criaturas muertos vivientes que crea de los restantes cuerpo hallados dentro de las antiguas tumbas a veces vagabundean de vuelta aqui, quizás guiados por un viejo fragmento de memoria. Entre las tumbas acecha la huecuva (ver Tome of Horrors Revisited).
Una vez un sacerdote del dios elfico Ketephys, Vigonyis estaba encargado con liderar un contingente de los ciudadanos de la ciudad a la seguridad en los días de la Caída de la Tierra. Asusato con el venidero cataclismo y convencido de que nunca sobreviviria con una legion de niños llorosos y ancianos chocheantes a remolque, el sacerdote abandonó sus encargos. Sin embargo, cuando cruzaba a la carrera el Jardín del Alivio Eterno, tropezó con la tumba de una antiguo clérigo muerto de Ketephys. Cuando se levantó, la hiedra sobre la tumba se lanzó sobre él y se enrosco fuertemente alrededor de las piernas de Vigonyi. El cobarde sacerdote gritó pidiendo ayuda, pero nunca nadie vino. Cuando las estrellas cayeron de lo cielos, Vigonyis murió chillando. Pero incluso en la muerte el dolor del traidor no finalizó, y su odio por Ketephys y por los elfos Mierani aún arde en sus carbonizados, inmortales huesos.
14.- La Galería de la Contemplación [The Constellar Gallery]: Este circular edificio de dos niveles una vez albergo las mayores obras de arte de los elfos Mierani. Ahora todas las preciadas pinturas, esculturas y tapices han sido recuperados, robados o estropeados, y solo los resonantes salones perduran. Bajo las dos galerías circulares, altos arcos llevan a la plaza central, donde pedestales vacios de marmol muestran donde estuvieron una vez las estatuas. Doseles de enredaderas muertas cuelgan de las paredes centrales, rodeando la triste y vacía plaza.
Breves tramos de escaleras flanquean los arcos y llevan al primer piso galería. Cuatro escaleras en espiral se alzan desde el primer piso al segundo. Parte del tejado del segundo nivel ha caido y ha dejado el suelo de debajo peligroso de cruzar. Caminar por la seccion derrumba provoca grandes crujidos y ruidos de la estructura, y cualquier explorado en la zona corre el riesgo de caerse al primer piso.
Peor, el abierto techo permite a un depredaro alado entrar en la galería y hacer su nido allí. Una astuta maflet (una raza de humanoides felinos con alas) llamado Hharver acecha aqui, estudiando las antiguas magias de Celwynvian y determinando gradualmente si las ruinas pueden servir de adecuada guarida permanente. En sus investigaciones, la maflet ha descubierto una cantidad de cámaras ocultas bajo la galería. Repletas principalmente con antiguas estatuas, los tesoros interiores tienen poco interes para la curiosa parecida esfinge, pero sirven para un lugar placentero para reclamar como nuevo hogar. Hharvel se mantiene oculta para evitar los conflictos entre los drow y los elfos, aunque ambas facciones han capturado breves visiones de su forma sombría. Ninguno de los inteligentes habitantes de la zona cree que la Galeria de la Contemplación no tiene nada de valor, y por ello la busqueda de Hharvel ha pasado desapercibida.
15.- Torre en Ruinas [Ruined Tower]: Una vez una comunidad de hogares elficos, las torres ahora son poco más que montones de escombros. Sin embargo, una se ha converido en un puesto de guardia para los invasores elfos oscuros y mantiene una de sus terribles maquinas de guerra.
16.- Herrería Raivanyiel [Raivanyiel Smithy]: Este sencillo, edificio ovoide se asienta cerca de un estaque lleno. Un muelle diminuto, lo suficientemente grande como para que una persona este encima de él, se extiende unos pocos pies a través del estanque hasta donde una percha se yergue sobre el agua, soportando un cubo y cabestrante. Un amplio arco conduce al interior de la herrería, donde dos enormes yunques flanquean un estrecha chimenea donde una vez hubo carbones ardientes. Un gigantesco horno y un vacio lugar para el carbón se encuetran al lado de la chimenea.
Una vez cada hora, un herrero elfo sale de la herrería para sacar agua del estanque. El herrero parece ser un elfo en la juventud de su vida, con largo pelo rojo echado atras en una coleta y delgados musculos mostrados bajo su mandil de cuero. En vida, su vida fue Annin Raivanyiel, pero murió durante los días finales antes de la Caída de la Tierra. Ahora un debil eco de su recuerdo, este fanstama esta pendiente de terminar una tarea semiacabada. Siendo incorporeo, el espírituo actualmente no puede afectar a la espada que esta intentando forjar pero aún repite los movimientos. Cuando el espíritu llega al final de su infructuoso trabajo, se detiene, pata empezar de nuvo, repitiendo el patrón infinitamente.
El espíritu de Annin nunca habla ni parece entender el habla. No reacciona hasta estimulos externos, y es tanto insutacial como inofensivo. La espada a medio terminar aún yace sobre el yunque, sin reclamar, ya que los actuales habitantes de Celwynvian consideran de mala suerte la encantada herrería.
Cualquier personaje que observe el espíritu de Annin realizar un ciclo completo para finalizar la espada (un proceso que tarda 6 horas) obtiene percepción en las tecnicas de herrería elfica, y puede usar la forja para realziar una prueba de Oficio (armero) con un bonificador +2 de circunstancia. El espíritu de Annin continua a través de su ciclo sin importarle nada. Si la espada llega a ser completada y regresada al taller de Annin, el espíritu sacude su cabeza al portador de la espada y desaparece para siempre.
17.- Rama Esmeralda [Emerald Bough]: No todos los elfos acudían a la Academía de las Artes; los niños podía también ir a uno de los muchos pequeños colegios en Celwynviandonde aprendían historia, literatura, arte, música, astronomía y una docena de otros temas. Esta eran una de tales escuales, un delicado edificio con un tejado en pico y lados incliandos. La mitad del edificio se ha derrumbado o ha sido derribado a golpes; el tamaño uniforme del derribo sugiere que alguna gran criatura forzó su entrada a la escuale en alguno momento pasado. A parte de la estraña forma de sus ruinas, la destrucción aqui oculta un sombrío legado. Un susurrado del atico (ver Pathfinder #1) construido de huesos de pajaros y hojas secas acechan en la escuela caida, llenando el aire con breves, gritos susurrantes de un niño perdido.
18.- Parque Miliaru [Miliaru Park]: El segundo parque en Celwynvian retiene gran parte de su belleza y vitalidad original. El Parque Miliaru, en el borde oriental de la ciudad en ruina, ha sido abandonado tanto tiempo que crecido como una rebelde masa de exhuberante, vibrante vegetación. Las nativas plantas y árboles colmaban importaciones exoticas, y el Parque Miliaru ofrece un denso y sano tributo a la flora del Bosque Mierani.
Los animales nativos disfrutan de la abundancia del Parque Miliaru, y conejos, papagallos, zorros, comadrejas y ardillas hacen sus hogares en la vegetación. Es facil ocultarse en el parque, pero dificil moverse silenciosamente o rapidamente debido a las grandes pedazos de gran vegetación. Los drow y otros guerreros en la zona evitan el parque tanto por esta razón y por el tendriculous que se rumorea que se oculta dentro del muro de árboles.

Fuente: Pathfinder Adventure 15 - Second Darkness - The Armageddon Eccho (Celwynvian)