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jueves, 2 de febrero de 2012

Un Vistazo sobre Eberron: Vadallia y Cardaen


Por Keith Baker
Traducción por Bowesley (aka Humuusa)
Ilustración por Ania Mohrbacher

Ninguna criautura podía igualarse al Rey Titán Cul'sir en poder o codicia. Su fuerza era incalculable. Conocía un millar de conjuros y poseía los tesoros de un continente en sus bóvedas, y sin embargo aún ansiaba más. Tenía esclavizados a los elfos, aunque algunos fueron lo suficientemente astutos como para escurrirsele entre los dedos y encontrar refugio en las tierras salvajes. Muchos de estas personas libres deseaban huir tan rápido y lo más lejos que fuera posible del Rey Titán, pero hubo una que detuvo su huída y les hizó unirse: Vadallia.
Vadallia nació en la silla de montar y aprendió el idioma de los caballos antes de aprender el suyo propio. Ningún elfo comprendía las artes de la guerra como lo hizo ella. Manajeaba a los soldados como un maestros manejaba una espada. Uno de sus ojos era un diamanete, a través del cual podía ver retazos del futuro. De esta forma supo que los elfos nunca conocerían la paz mientras siguiese viviendo Cul'sir, y que ningún clan podria enfrentarse a él sólo. Tal era su pasión que unió a los Taeri y a los Elorrenthi, y llevó a los Shol y a los Thuranni a la mesa para negociar. Una y otra vez se enfrentó a Cul'sir y sus huestes, probando al rey y averiguando sus fuerzas. Sabía que podría incitarle a que se le enfrentase en el campo de batalla... pero también sabía que a pesar de la destreza de sus guerreros, que sólo el acero no podía igualarse a la magia de los gigantes.  
En ese momento, los elfos aún eran esclavos de los gigantes. Pero había magia en su sangre, una ventaja que los gigantes no podían igualar... y cuando Cul'sir percibía esa ventaja en un esclavo, los criaba como si fuera uno de los suyos. Así pasó con Cardaen. Nació en una alta torre y Cul'sir se aseguró de que los pies de Cardaen nunca tocasen el suelo. Cardaen fabricó armas místicas para los gigantes, nunca sabiendo que eran utilizadas contra su propia raza. Sólo le importaba la magia -hasta que conoció a Vadallia. La Reina de las Espadas captó una visión de Cardaen gracias a su ojo de cristal y supo que su magia podría cambiar la marea de la guerra. Así que condujó a su banda hasta el corazón del Trono de Cul'sir y se llevó al mago con ella. Fue un movimiento peligroso, y permitió a Cul'sir colocar un rastro escudriñador tras Vadallia. Entonces el gigante reunió a su ejército para la guerra.
Mientras se preparaba para la batalla, Vadallia instó a Cardaen a luchar a su lado. Aunque sus palabras tocaron su corazón, Cardaen aún consideraba a los gigantes como su familia en lugar de sus captores, y rechazó levantar sus manos contra ellos. Vadallia le rogó, diciéndole que su verdadero pueblo le necesitaba, y aún se resistió. Al final Vadallia libró la batalla sin él, mientras él observa desde lejos. Sus guerreros combatieron sin miedo, y sus estrategias fueron brillantes. Los drow y los gigantes cayeron antes los clanes unidos. Entonces Cul'sir desencadenó un arma terrible, una maldición persistente que destrozaba los huesos dentro del cuerpo. Era un conjuro que Cardaen había creado, y cuando lo vio utilizarse y compredió el sufrimiento que había llevado a su propia raza, se horrorizó. Se lanzó al campo de batalla y destruyó la maldición. Su furia le concedió fuerzas, y desbarató cada conjuro que los gigantes le lanzaban. Por primera vez en su vida, el Rey Titán conoció el miedo; huyó del campo de batalla, y su hueste se dispersó por las esquinas más lejanas del mundo. No obstante la revelación de Cardaen había llego demasiado tarde para Vadallia. La encontró en el campo de batalla, herida de muerte por la maldición que había fabricado. Nadie conoce que palabras se dijeron antes de que ella muriese; cuando él abandonó el campo de batalla había lágrimas en sus mejillas, y sostenía el cristal de ella en su mano. Desde ese día en adelante fue una fuerza para la venganza, y los gigantes temieron su nombre.
Cuando Aeren condujó a los elfos a su refugio, Cardaen permaneció detrás. Recordó la visión de Vadallia -que los elfos nunca conocería la paza mientras Cul'sir continuase vivo. Su destino final sigue siendo un misterio. Pero para cuando los elfos alcanzaron el Descanso de Aeren, Cul`sir había caído... y así se aseguró su futuro
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-Jaeskal Elorrenthi d'Phiarlan, en la coronación del Rey Supremo Shaeras Vadallia

Las vidas de los elfos Tairnadal están conformadas por las de sus tutores ancestrales. Cuando un elfo alcanza la edad madura, los Guardianes del Pasado leen los signos para determinar cual de los tutores ancestrales ha reclamado al niño. Desde este momento en adelante es el deber sagrado del niño convertirse en el avatar viviente del campeón caído, dominando sus habilidades y viviendo según su código. La gente de las Cinco Naciones sabe poco sobre los Tairnadal, y sus suposiciones generales a menudo no tienen sentido. Pregunta a diez personas en Sharn, y escucharás que los Valenar son salvajes sedientos de sangre que adoran saquear a los débiles; que buscan la gloria en la batalla y no lucharán contra un enemigo más débil; que están ligados por un código de honor estricto; que no tienen honor; que cada Valenar esta ligado a un caballo; y etcétera. De hecho, ninguna regla se aplica a cada Tairnadal, ya que cada ancestro exige un papel diferente para sus descendientes. Un niño elegido por Maelian Tejeacero pasará sus días forjando espadas en lugar de esgrimiéndolas. Un elegio por Silencio pasará su vida en las sombras, nunca tocando un caballo. La guerra es un tema común que une  alos Tairnadal, porque las guerras contra los gigantes, dragones y trasgos fueron las que produjeron a estos héroes legendarios. Por ello, los Tairnadal buscan conflictos que les permitan enfrentarse a los mismos peligros y luchar con el mismo estilo que sus ancestros. Hoy en día un hijo de Vadallia no puede combatir a los gigantes, porque el Dominio de Cul'sir ha caído, pero debe buscar un enemigo que sea igual de desafiante y luego vencerlo de la misma forma que lo haría Vadallia, creando asi nuevas leyendas en nombre de Vadallia.
Siempre que crees un personaje Tairnadal, deberías considerar a su tutor ancestral. ¿Por que era famoso el ancestro?. ¿Cuales fueron las hazañas o talentos del ancestro?. ¿Contra que enemigos combatió el ancestro, y cuales eran sus tácticas preferidas?. Ten en cuenta que el ancestro elige al elfo, no a la inversa; algunos ancestros eran conocidos por su crueldad, o podrían poseer otros rasgos pocos atractivos. Se espera que un elfo Tairnadal personifique cada aspecto de su ancestro, tanto positivos como negativos. Y es la meta de cada elfo convertirse en el recipiente a través del cual el ancestro viva de nuevo verdaderamente.
Vadallia y Cardaen son ejemplos de tutores ancestrales, y las siguientes secciones describen que significa seguir sus pasos. Utilizalos como modelos para cuando crees otros ancestros. ¿Qué les impulsaba a combatir?. ¿Qué conexiones poseían con otros héroes?. ¿Cómo murieron?.
Recuerda también que aunque cada Tairnadal emula a su tutor, cada uno interpreta la vida del ancestro de formas diferentes. Tres señores de la guerra Valenar diferenes elegidos por Vadallia podrían ser cada uno apasionados líderes inspiradores impulsados a hacer lo que es mejor para los Tairnadal -pero podrían poseer ideas diferentes de lo que es "mejor". El tutor ancestral inspira al elfo -pero cada Valenar sigue siendo un individuo único. 

    LECCIONES DE HISTORIA
Los Tairnadal están bien versados en las historias de sus héroes. El relato ofrecido al principio del artículo es conocimiento común para cada elfo Tairnada elegido por Cardaen o Vadallia. Para cualquier otro elfo Tairnada, una prueba de historia CD 10 le proporcionrá esta información. (Esta prueba tiene CD 20 para cualquier otro elfo, y CD 25 para un personaje de otra raza).
Los elfos de Valenar son elfos Tairnadal. Sin embargo, otros elfos Tairnada aún viven en la isla de Aerenal, incluyendo jóvenes y otros no combatientes. La Hueste de Valenar es un ejército Tairnadal que posee territorio en Khorvaire, pero Aerneal es su tierra natal. 


LOS ELEGIDOS DE VADALLIA
Vadallia fue una de las mejores señores de la guerra de la Era de los Gigantes. Era una jinete consumada y una guerrera mortífera, pero sus mayores talentos eran su comprensión de las tácticas de batalla y su capacidad para inspirar a los demás. Unió a clanes rivales y convenció a héroes obstinados para que se unieran bajo su bandera. Estaba impulsada por su pasión y su amor por el pueblo elfico, aunque su amor estaba atenuado por una carencia de compasión por cualquier otra criatura excepto su caballo. 
Vadallia era completamente despiadada cuando tenia que adquirir armas, magia y otros tesoroso esenciales que su pueblo necesitaba para sobrevivir; aunque los gigantes eran sus verdaderos enemigos, frecuentemente lideraba incursisones contra otros habitantes de Xen'drik. Siempre estaba preparada para arriesgarse y para hacer sacrificios si ayudaba a su pueblo; se dice que como ejemplo de tal conducta, se arrancó su propio ojo para ganar el don de la profecía.
Los niños elegidos por Vadallia deben aprender a montar y a esgrimir la cimitarra doble, pero se centran en las tácticas, la historia y en las más amplias artes de la guerra. Algunos de los elegidos de Vadallia buscan emular su dedicación a la protección de su pueblo, y estos elfos de convierten en caballeros. Otros se convierten en señores de la guerra y alguaciles. Las partidas de guerra lideradas por un elegido de Vadallia a menudo se adentra bastante en territorio hostil; sin embargo, los hijos de Vadallia están impulsados por una visión de lo que es bueno para la Tairnadal como conjunto, y sus incursiones poseen una fin más allá del simple saqueo. Incluso aunque muchos de los elegidos de Vadallia comparte su amor por los elfos, unos pocos exhiben su pasión de una forma diferente; un aventurero Valenar podría entregar esta devoción a su familia adoptiva de aventureros, suponiendo que la metas finales del grupo ayuden a los elfos.  

LOS ELEGIDOS DE CARDAEN
Cardaen fue un prodigio arcano, criado por los gigantes y dedicado a amar la magia sobre todas las demás cosas. A princpio de su vida, estaba completamente dedicado al estudio. No tenía interés en como eran utilizados los rituales que creaba; sencillamente buscaba llevar a las leyes de la magia hasta el máximo posible. Después de la muerte de Vadallia, se dió cuenta de que la magia era inútil si no poseía un fin. Dedicó su vida a la venganza, persiguiendo y castigadno a aquellos que traian sufrimiento a su pueblo. 
Los Tairnadal elegidos por Cardean invariablemente desarrollan una importante talento arcano. Los elfos que emulan los primeros años de vida de Cardean se convierten en magos, persiguiendo la perfección de las artes mágicas hasta el punto de dejar de lados otras metas. Algunos son fríos y desapasionados; otros disfrutan del estudio de lo arcano, observando una belleza en la ejecución de conjuros que no puede ser hallada en el mundo natural. Los elfos que siguen su senda de venganza pueden ser magos, hechiceros o mágicos de la espada; son severos y estoicos, persiguiendo su venganza a cualquier coste. Algunos dicen que para seguir verdaderamente esta senda, uno debe comenza con un amor inocente por la magia y ser llevado a la venganza debido a una gran pérdida.
Hasta la fecha, Cardaen nunca ha producido un artífice, y un artífice que siga esta senda debería destacar entre sus parientes.

GANCHOS
Los tutores ancestrales deberían jugar un papel en cualquier encuentro con Valenar u otros Tairnadal. Si una partida de guerra es liderada por uno de los elegidos de Vadallia, considera cuales podrían ser las metas de ese líder, ¿y porqué en particular esta batalla es digna de ser librada?. Además, Vadallia era una táctica magnífica, y su elegido actuará con esa misma astucia. Ningún hijo de Vadallia actuará sin pensar o impulsado solo por la furia. Si un personaje jugador es elegido por Cardaen o Vadallia, podría encontrar a un rival en otro que siga la misma senda, o sentir una atracción romántica por un elfo que siga a la contrapartida de este espíritu. 
¡Asaltar el Dungeon!: Los elegidos de Vadallia son impertérritos en su búsqueda de la victoria para sus partidas de guerra y su pueblo, y en la obtención de cualquier tesoro u objeto que podría ayudarles en su misión. Si los aventureros exploran un dungeon en busca de una relíquia poderosa, podrían encontrarse con una partida de guerra que ya esta buscando ese objeto. Alternativamente, una partida Valenar podría golpear en lo profundo de Karrnath y apoderarse de un arma mística proveniente del arsenal de Karrnath. ¿Podrán los héroes recuperar el artefacto, y si lo hacen, debería devolversela a Kaius o destruirla?. 
Contra la Corona: Shaeras Vadallia es el Rey Supremo de los Valenar, y fue su devoción hacia su ancestro lo que le condujó a fundar su nación. Cree que sus acciones son por los mejores intereses de los Tairnadal. Sin embargo, un aventurero que siga la senda de Vadallia podría decidir que Shaeras esta equivocado y que sus acciones son una mancha para la memoria de Vadallia. ¿Podrá el héroe obtener suficiente habilidad y fuerza para desafiar al Rey Supremo y reclamar la Corona Maderaoscura?. 
El Ojo de Vadallia: Las leyendas dicen que Vadallia poseía un ojo de diamanete que le concedía sus visiones del futuro. El ojo pasó a Cardaen, y se perdió cuando los dragones arrasaron Xen´drik. Recuperar el Ojo sería un gran triunfo para cualquier elegido de Vadallia, pero seguramente crearia una tensión entre el portador y el Rey Supremo.
La Venganza de Cardaen: Los elegidos de Cardaen están impulsados por la venganza. Uno de los elegidos de Cardaen podría buscar vengar los crímines contra los elfos; las partidas de guerra lideradas por los elegidos de Cardaen persiguen a aquellos que han hecho mal a los elfos, y los aventureros que se han cruzado con los Valenar podrían ir en contra de tal grupo. Un aventurero Valenar que siga la senda de Cardaen podría ser abordado por un amigo de su juventud e instado a vengar una injusticia contra la raza. Por supuesto, los elegidos de Cardaen no poseen límite en su venganza contra los crímenes contra los elfos; un aventurero buscaría vengar cualquier daño que afecte a sus aliados.

Fuente: Wizards of the Coast - Dragon Magazine 407 (Eye on Eberron: Vadallia y Cardaen)