martes, 28 de agosto de 2007

Confiando en la Tradición (Parte I)


La Leyenda del Bosque Zharn



Hace cientos de años, los bardos y sabios versados en el Arte (magia) insisten en que el entrometido mago Elminster, él que permanece entre los Elegidos de Mystra y ahora habita en el Valle de las Sombras, gobernó brevemente un resplandeciente reino de hechiceras llamado Bosque Zharn.

Algunos dicen que el Bosque Zharn se perdió y cayó - y ciertamente no aparece en ningún mapa actual- y otros murmuran que actualmente esta oculto, escondido de los ojos curiosos en una niebla "de ningún lado" creada por titánicos conjuros lanzados por sus habitantes, los Zharanna, humanas y semielfas que planean en convertirse las más poderosas " controladoras del Arte" de todas.

Algunas historias insisten que las Zharanna planean fundar un nuevo reino elfo, y que Alustriel de Argluna trabaja con ellas -o que incluso pretende descubrirlas, con tiempo, como su leal ejército para rehacer la Liga de la Marca Argentea en un reino que se arrodille ante ella como Reina, igual que el lejano Aglaron dobla la rodilla ante su hermana la Simbul.

En las Ferias de Magos y tarde en la noche en aislados cenadores cuando los nobles discuten en la tranquila Aguasprofundas, los magos -y aquellos iluminados con la esperanza de convertirse en magos- comercian murmurando historias del perdido o escondido Bosque de Zharn.

Y esto es algo de lo que dicen...

Hace mil años (o seiscientos), en algún lugar de las tierras salvajes del Norte de la Costa de la Espada, Elminster reunió en torno a él (o sedujo, o raptó y mantuvo cautivas hasta que consiguió su amor gracias a conjuro sobre conjuro) muchas hermosas mujeres jóvenes.

A estas crió y entrenó en la magia, despertando su maestría inherente en la hechicería (u otorgándoles poderes hechiceros tomándolas como sus mujeres y así insuflando sus cuerpos con el Sagrado Fuego de Mystra). Elminstir hizo esto por placer (o para crear un ejercito de magos conquistador, con el cual derrotaría archimago tras mago, tomando sus magias para él), y cuando se cansó de ellas (o alcanzó su conquista, y fue lo suficientemente poderoso para agradar a Mystra y ser aceptado como su Elegido), las expulsó (o drenó sus vidas y hechicería de una cruel manera amorosa, robando su vitalidad para él mismo y así seguir viviendo hoy en día, todos estos años pasados).

El lugar donde Elminster habitó con estas (cuarenta, sesenta o setenta) mujeres era una gran meseta en los bosques altos, cubiertos por un antiguo laberinto de árboles de la misma manera que toda la tierra estaba, y el Viejo Mago -por supuesto, no tan viejo entonces- lo llamó el Bosque de Zharn por el príncipe elfo que mató para controlarlo (un elfo de la luna de nombre Zharan, quien gobernó la meseta como su propios tierras de elfos exiliados de Evereska y otros reinos del Pueblo Gentil). Elminster eliminó a todos los elfos con conjuros ingeniosos y conquistó sus ciudadelas arbóreas para él, rodeando su reino con muchos conjuros de guardas y de ocultación para impresionar a Mystra para que le seleccionará como su Elegido (o para evitar que todos los ojos le encontrarán, así defendiéndose de las represalias de los furiosos elfos o de los familiares de las mujeres que había raptado).

El Bosque Zharn no se convirtió en una reino de caminos, campos de cultivos y torres de piedra, sino que permaneció como uno de claros jardines, jardines altas ramas y árboles casi enteros, fácilmente confundidos por ojos escudriñadores -y oculto por magias tan astutas y tejidas tan finamente que confundía incluso a los grandes dragones en no detectarlo.

Así como fue que las rechazadas Zharanna pudieron realmente esconderse después de que Elminster las abandonará. (O después de fueran todas destruidas, desapareciendo enteramente mientras el cruel Elminster las consumía. El Viejo Mago podía mantener su ahora desierto reino oculto, como un lugar para esconder tesoros, prisioneros, libros de saber -y como un agujero oculto donde acudir cuando fuera perseguido o herido).

Aquellos que creen que las Zharanna aún existen debaten sus actuales poderes y motivaciones. Algunos dicen que cambian de forma libremente, o que se escabullen fuera para aparearse con hombres mortales por la noche y así dar a luz posibles cisnes, bebes que abandonan en pueblos humanos o cambian por recién nacidos donde las mujeres paren solas. Algunos dicen que las Zharanna se pueden convertir en fantasmas o espectros, atravesando puertas cerradas y andar por las sombras, y otros que pueden volar pero que de otra forma son elfos, semielfos o humanos normales.

Todos concuerdan que son poderosas en el Arte y puede lanzar conjuros arcanos como lo hacen los hechiceros, pero duros desacuerdos surgen cuando si son amistosas con los elfos (y apoyan la fundación de nuevos reinos elfos) o con Alustriel y sus sueños de un nuevo reino de "Luruar" -o no. Algunos incluso creen que aún obedecen encubiertamente a Elminster y que son el verdadero secreto de su poder.

Fuente: Wizards of the Coast (Trusting in Lore, Part One)