En la isla de Aerenal, las fronteras entre la vida y la muerta son muy tenues. Los elfos Aereni preservan a sus grandes héroes gracias a la magia y la fe, y estos inmortales han proporcionado protección y guía durante miles de años.
La civilización comenzó en el continente de Xen'drik. Durante miles de años, los elfos fueron esclavizados y oprimidos por las poderosas naciones de los gigantes. Hace treinta y nueve mil años los elfos se rebelaron contra los gigantes... pero esta fue una guerra que ambos bandos definitivamente perderían. En la cumbre del conflicto, una visionario llamada Aeren predijo un cataclismo inminente; reunió a un contingente de elfos y les convenció de huir de la cercana tormenta. Mientras el fuego de dragón y la magia terrible destruían Xen'dri, la flota elfica atracaba en la isla que se convertiría en su hogar. Aeren guió a los elfos a esta tierra, pero nunca la vio con sus propios ojos; un enfermedad devastadora se cobró su vida durante el largo viaje. Tras enterrar a su profetisa en la tierra de su nuevo hogar, los líderes llamaron a su nación Aerenal, el "Descanso de Aeren".
Aunque se habían unido bajo la bandera de Aeren, los refugiados provenían de muchas diferentes tribus con una variedad de tradiciones y creencias. Compartían una devoción común por sus ancestros y por los héroes que habían muerto por su liberación. Aunque los elfos eran una cultura marcial, Aeren había dicho que el conocimiento arcano era la mayor arma de todas, y la mayoría de los elfos escogieron dejar su espada por el tomo. Llamándose a si mismos los Aereni, estos elfos se dedicaron al estudio de la magia y el misticismo. Uno de sus grandes intereses era el arte de la nigromancia; en su devoción por sus ancestros, los elfos estaba determinados en encontrar una forma de preservar a sus héroes. Con el tiempo, dos escuelas de pensamiento llegaron a dominar el campo de la nigromancia; las técnicas de la línea de Vol, a la cual muchos culpan de la expansión del vampirismo en Khorvaire; y las tradiciones de los Sacerdotes de la Transición, que se centraban en la energía positiva y en el poder de Irian. Finalmente fue la senda positiva la que arraigo en la nación, y las líneas se unieron bajo el culto de los inmortales. La Corte Eterna ha gobernado la nación por más de veinte mil años, y hoy en día los inmortales están inseparablemente vinculados con la sociedad Aereni.
Aerenal Hoy
En las ciudades de Aerenal, la vida y la muerte conviven lado a lado. Las calles están pavimentadas con cenotafios y monumentos conmemorativos mucho más viejos que la civilización humana, monumentos a la historia antigua de los elfos y de los héroes de las eras pasadas. Aunque esta fascinación por los caídos puede parecer mórbida a los extranjeros, palidece en comparación con la presencia de los inmortales. Aunque los miembros de la Corte Eterna se encuentran en la ciudad de Shae Mordai, inmortales más jóvenes puede ser hallados por todo Aerenal. Pocos extranjeros puede decir la diferencia entre los inmortales y los muertos vivientes, y por ello los viajeros a menudo describen Aerenal como un nación donde los vivos se asocian con zombies y liches.
Más allá de su fascinación con la muerte y los inmortales, Aerenal es una nación que mira hacia el pasado para formar el presente. Los elfos Aereni sitúan las tradición sobre todo: se espera que artistas y bardos perfeccionen las antiguas técnicas en lugar de desarrollar nuevo estilos. Los elfos se aplican en su trabajo con una devoción única; un arquero elfico puede pasar siglos mejorando sus habilidades, y fabricar arcos que un artesano humano solo podría soñar. Pero aún sigue las tradiciones del pasado, y el arco que fabrica hoy es un reflejo de uno que puede ser encontrado en una tumba de 5000 años. La magia es el único campo donde la innovación es alentada, ya que los Aereni creen que no hay nada como la perfección cuando proviene de las artes arcanas. Pero incluso aquí, los elfos a menudo se encuentran cegados por sus tradiciones; por ello, los talentos mágicos de las razas jóvenes se están convirtiendo en un reto para los Aereni.
Aunque gente de todas las naciones vienen a realizar negocios al puerto de Pylas Talaer, los extranjeros extrañamento son bienvenidos en cualquier otro lado de Aerenal. A diferencia de Riedra, no existen restricciones en viajar por Aerenal, y los aventureros pueden moverse libremente por toda la nación. Pero los elfos tienen poca paciencia para los miembros de las razas jóvenes. Los sabios y magos elfos se dedican a sus estudios, mientras que los artistas Aereni se dedican a sus oficios. Incluso los granjeros y otros trabajadores siguen sus deberes con una devoción sorprendente, buscando la perfección en todo lo que hacen. Los extranjeros son una distracción. A menudo son ruidosos, groseros o sencillamente ignorantes, y trastornan el orden de Aerenal. Así a los aventureros les esta permitido viajar sin estorbos por la nación -pero raramente son bienvenidos o son abastecidos de cualquier forma. Además, las leyes de la nación son rápidas y duras. El crimen es un raro pensamiento entre los Aereni, y no tienen paciencia con aquellos que trastornan su paz. Un magistrado Aereni puede usar Zona de Verdad u otras formas de adivinación para confirmar los hechos de un crímen. Pero la palabra de una magistrado es definitiva, y un criminal no tiene derechos. Aunque el exilio es más común que la ejecución, el pícaro listo empleará sus artes en una nación más indulgente.
Lineas Élficas
La nación de Aerenal es una alianza de lineas, que sirven a los Reyes Hermanos y a la Corte Eterna: Melideth, Jhaelian, Mendyrian, Vaerol y Tolaen, por nombrar unas pocas. Cada linea es descendiente de una de las tribus que siguió a la profetisa Aeren desde Xen`drik. Por ello, una linea no es una sola familia: es una ciudad estado que contiene una docena o más de familias separadas, unidas por una historia común. Así puedes ser parte de la línea de los Jhaelian mientras portas el apellido Dolorenthi.
Cada linea esta liderado por una casa noble, y por tradición solo los miembros de estas casa pueden ser alzados como inmortales. Pero la pertenencia a una casa noble no es hereditaria. Los nobles Aereni son escogidos, no nacen: los actuales miembros de la casa seleccionan a sus sucesores entre los miembros más importantes de su linea. Los nobles Aereni ni siquiera se crían entre los de su casa; en su lugar, se crían con otros miembros de la linea, manteniendo la sangre noble extendida entre la comunidad. Para los Aereni, la reproducción y el matrimonio son dos cosas enteramente separadas: el matrimonio es sobre el amor, mientras que los hijos son asunto de la comunidad entera. Los Aereni creen que su isla es una tierra sagrada, y que puede soportar solo una cantidad determinada de almas: dada su práctica de preservar a los muertos, el control de población es una asunto serio. Un elfo debe ganarse el derecho de ser padre o madre, y la nobleza tiene el derecho de determinar el emparejamiento que tiene la mayor promesa. Por ello, los elfos de una determinada linea consideran a todos los miembros de la linea como parte de una gran familia.
Cada miembros de una comunidad elfica tiene el potencial de alcanzar la noble de desde aquí la Corte Eterna. Normalmente, los nobles son escogidos en base de sus habilidades que demuestran, y esto es porque los elfos pasan siglos afilandos sus talentos. Pero en los años recientes, los elfos jóvenes han buscado demostrar su valor a través de la exploración en tierras extranjeras, combatiendo la Orden de la Garra Esmeralda o buscando los secretos mágicos de Xen'drik. Como aventurero, seguramente esta sera la senda que escojas: ¡tus hazañas heroicas pueden ser tu billete para la inmortalidad!.
Hasta la fecha, ningún semielfo ha sido elevado a una casa noble. Pero unos pocos Khoravar se han reunido con las líneas de sus ancestros. El orgullo y perjuicio Aereni hacen de la probabilidad de un semieflo noble algo extraño. Pero cualquier cosa puede pasar. ¡Quizás sea el héroe que demuestre que la sabiduría de tus ancestros elfos no esta contaminada por tu sangre humana!.
Fuente: Wizards of the Coast (The Elves of Aerenal, Part One)