Abruptamente empobrecido y sin casa, Tarmel no se tomó su caída con calma. Inmediatamente intentó quemar los establos Illance en Suzail (una acción evitada por un vigilante mago de la casa Illance) y huyó directamente a la Corte Real, posiblemente para darse una cohartada, sin saber que el rápidamente creciente fuego había sido apaciguado. Allí Tarmel acusó a gritos tanto la familia Illance como la nobleza cormyta en general como decadente y como "destructiva para el reino y su gente en su egoísmo tuercevidas".
En los días de antaño, los nobles de Cormyr-incluyendo a los reales Obarskyrs-eran famosos por tener numerosa descendencia bastarda. Muchos de estos tuercescudos, como eran llamados de forma educada, eran enviados lejos, a menudo a otras casas nobles donde eran criados como sirvientes ignorantes de su parentesco. Otras veces eran mandados con familiares nobles en tierras lejanas donde eran entrenados como agentes comerciales o trabajadores cualificados que podían enriquecer a la familia. En ambos casos, este tratamiento mantenia las relaciones desagradeables en reserva, por si acaso ningun heredero legítimo sobrevivía para continuar el linaje familiar.
Muchos hijos e hijas tuercescudos se convirtieron en valiosos miembros de la familia. Algunos fueron nombrados los guardianes de las cuentas familiaes y otros los líderes de los guardias de la familia. Una tercera categoría de estos hijos fueron entrenados como los jefes de las fuerzas de choque ilegales de la familia. Estos grupos eran utilizados para saldar cuentas con otros nobles, rivales comerciales, acreedores y e insistentes aspirantes a nobles, asi como para disuadir a Magos de Guerra, Altos Caballeros y Arpistas demasiado entrometidos.
Sin embargo, una gran parte de tuercescudos se convirtieron en derrochadores sin dinero vagando por reinos lejanos como parientes lejanos. Incluso a algunos se les pagaba para permanecer lejos de Cormyr. Normalmente odiaban sus conexiones nobles, pero carecían de la voluntad o los métodos para vengarse de aquellos que les habían despreciado. Pero unos pocos tuercescudos proscritos poseían, como el refran dice, "más fuego en sus corazones" y se convierten en problemas reales. El más éxitoso-o conocido- en Comryr es Tarmel drouth, la "Perdición de Todas las Casas Oscuras". Este apodo más bien dramático ha despertado interés, provocando una pregunta que se plantea cada vez más a menudo en Sembia y Amn hoy en dia: "¿Quién es Tarmel Drouth?."
¿QUIÉN ES TARMEL DROUTH?
Tarmel Drouth (pronunciado "TAR-mell Drooth") es el hijo bastardo de Rancelair Illance ("RAN-sell-air ILL-ance"), el hermano mediano de los tres herederos Illance. La Casa Illance es una de las más antiguas, ricas y más poderosa familias nobles de Cormyr, y Rancelair es hermoso, atlético (un buen jinete y espadachín) y un libertino. Persigue emociones y a mujeres bellas de toda edad y posición social, come y bebe copiosamente, y gasta dinero como si, citándo a un amigo, "su bolsa es una interminable cascada en chorro de monedas."
Tarmel heredo el aspecto y caracter de Rancelair, pero también el temperamento ardiante de su abuelo Meldrauvyn. Pasó su juventud intentando superar las extravagantes costumbres de su sire. Tras varios silenciados asesinatos e incidentes de incendios provocados, sin mencionar incontables robos y peleas, Meldrauvyn decidió que Tarmel era demasiado peligroso como para permancer en Cormyr o ser asociado con la Casa Illance. Esta decisión llegó a pesar del apoyo de Rancelair a su díscolo hijo; Rancelair admiraba la temeridad de Tarmel y lo encontró útil para ocultar sus propias fechorías.
Asi que cuando comenzó su decimo novena primavera, a Tarmel Illance abruptamente se le dijo que ya no era más bienvenido en cualquier posesión o en cualquier edificio que la Casa Illance poseyerá, y fue desposeido del apellido de su familia. El empleo del apellido Illance en el futuro es ejecutaría con el exilio. Bajo una autorización de la Corona que Lord Meldrauvyn obtuvó sin la menor dificultad, Tarmel fue de aquí en adelante el oficialmente huerfano "Tarmel Drouth", el hijo de su hermosa pero enfermiza madre, una muchacha camarera al final del pobre muelle ocidental de Suzail.
INCENDIARIO DESAFIANTE
De repente empobrecido y sin hogar. Tarmel no se tomo su caida con sobriedad. Inmediatamente intentó quemar los establos Illance en Suzail (un acto frustrado por un vigilante mago de la casa Illance) y huyó directamnte hacia la Corte Real, posiblemente para proporcionarle una coartada, sin saber que el fuego de rapido crecimiento había sido apagado. Allí Tarmel denunció a gritos tanto a la familia Illence y la nobleza de Cormyr en general como decadente y ""destructiva para el reino y su gente en su egoísmo tuercevidas".
Aunque muchos plebeyos pueden estar de acuerdo con este juicio en privado, proclamarlo no le granjearía simpatias a Drouth. Los cortesanos ancianos sin rodeos le dijero que encontrará un trabajo honesto y que se dedicará a convertirse en un buen ciudadano en vez de uno orgulloso, fue invitado a abandonar el edificio. Los Magos de la Guerra y los guardias le escoltaron firmemente afuera y el avisaron de que no causará problemas.
Drouth salió corriendo, abandonando la ciudad -pero de alguna forma eludió el escrutinio que los Magos de la Guerra le habían situado para vigilarlo. Entonces se abrió paso hasta Waymoot, donde robó un carromato de leña tras emborrachar a los conductores. Entonces irrumpió en la habitación de alquiler de su madre, por lo fuerza se apoderó de sus pocas monedas, y de nuevo huyó de la ciudad. La Corona inmediatamente se llevó a Asla Drouth al palacio como doncella bajo un nuevo nombre, sospechando que Tarmel la asesinaría la próxima vez que llegará buscando dinero.
Los agentes de la Corona (deliberadamente) y los Dragones Púrpuras y cortesanos (a través de cotilleos) extendieron la noticia de los intentos de provocar incendios de Drouth. Suzail -y, lentamente, el resto de Cormyr- llegó a la sentencia compartida de que Drouth era un peligro para todos.
COBARDE PELIGROSO
A pie, Tarmel Drouth caminó hacia Sembia, robando herramientas a su paso, que luego vendía para comprar comida, una capa y botas resistentes. En las tierras altas de Sembia vivió en la espesura durante un mes utilizando granjas y pabellones de caza... y maquinó. Desarrolló una hábito de murmurar en alto para si mismo casi constantemente (aunque puede mantenerse en silencio cuando merodea), y alimentó sus odios. La furia de Tarmel en su tratamiento profundizo hacia una odio por la Corona y toda la nobleza de Cormyr, no solo la Casa Illance. No deseaba darles la espalda y comenzar una nueva vida; deseaba regresar al Reino del Bosque y humillarlos a todos.
Tarmel se convirtió bandido itinerante en los bosques de Sembia, asesinado para obtener comida, bebida y lo que necesitase para su regreso planeado a Cormyr. Para finales de verano estaba preparado, habiendo obtenido un nuevo guardaropa de prendas diarias, dos caballos, un pequeño carro, suficinetes barriles de embutidos de un alamcen a las afueras de Ordulin para llenar el carro y ocultar un bajo fondo con algunos venenos y armas -especialmente varias ballestas. Entonces se dirigió a Cormyr. Sin afeitar y pobremente vestido, no se parecía al atrevido joven noble que había huido del reino hacia unos meses, y fácilmente superó las inspecciones fronterizas, dirigiéndose no a Suzail sino a Fuente Ciervos, la mansión familiar en las tierras altas donde los Illances siempre se reunían a finales del verano.
Allí, en una cálida, noche de verano sin luna, con sus ballestas y virtores envenenados, Tarmel Drouth buscó su venganza. Otra vez, consiguió menos de lo que había pensado, huyendo apresuradamente de la mansión antes del amanecer, creyendo que Rancelair y Meldrauvyn Illance -y un ejército de sirvientes, guardias y al menos dos magos de la casa- yacían muertos tras de sí. En verdad, ningun virote había herido a Meldrauvyn y Rancelair se recuperaría, aunque Tarmel mató a los magos y a una docena de guardias y servientes del personal. Drouth se llevó tres cofres llenos de monedas de oro y plata, el alijo familiar que sabía que se guardaba en Fuente Ciervos, y se dirigió directamente de vuelta a Sembia.
Tuvo suerte. Los Illances tenían intención de albergar a ciertos ricos Sembianos en Fuente Ciervos para gestionar ciertos negocios sombríos. Estos visitantes se asustaron ante lo que encontraron y precipitadamente enterraron a gran parte de los muertos, alejando a los otros visitantes tan habilmente que pasaron días antes de que la noticia del ataque surgiese. Al mismo tiempo, otra familia noble fue atacada por bandidos cerca de Marsember, desviando la atención de los caminos de las tierras altas -y Tarmel Drouth desapareció en Sembia, inadvertido.
LOS DIOSES METEN MANO
Ahora lo suficientemente rico para vivir como desee, y lo suficientemente sabio para saber que sus estragos en las tierras altas de Sembia no podían continuar por siempre, Drouth se marchó a Yhaunn alquiló alojamientos modetsos, bajo un nombre falso. Allí maquinó de nuevo, contratando bandas de aventureros para robar almacentes y propiedades poseidas por nobles cormytas y espiando a elementos locales, o agentes comerciales, de nobles del Bosque del Reino. Era cuidadoso, razonando -correctamente- que las autoridades de Sembia no obstaculizarína a alguien que solo golpeaba contra los intereses de Cormyr.
Pronto Drouth se dio cuenta de una cosa curiosa: no importaba cuanto vaciará los cofres de monedas, misteriosamente se volvían a llenar solos. Al primero se quedo estupefacto, luego se atemorizó de que estuviera siendo incriminado por algo, porque ¿quién en una Sembia aferrada a las monedas daría monedas, en vez de arrebatarlo?. Trasladó las monedas al techo, ocultandolas en falsos desagües. Pero el reabastecimiento continuó, y Drouth llegó a creer que los dioses mismos estaban renovando su riqueza, porque su causa era "justa, y madura para tener éxito."
Sin saberlo él, sus benefactores ocultos son realmente individuos descendientes de nobles cormytas exiliados en el pasado, ahora con éxito en Puerta del Oeste y Sembia. Patrocinan a Drouth con las esperanzas de que mucos nobles de Cormyr (incluyendo los Obarskyrs gobernantes) serán derrocados -o al menos una buena cantidad asesinados- por el loco, obsesionado Tarmel Drouth.
DROUTH ASPIRANDO ALTO
Drouth es astuto. Aun le gusta visitar a menudo Cormyr, pero se mantienen bien apartado de las atrocidadas realizadas por aventureros que contrata a través de intermediarios sembianos. Drouth promueve intrigas elborada para incriminar a nobles cormytas por diversos diletos, asi como para espiar a nobles para exponer sus verdaderos oscuros secretos. Ahora evitar provocar incendios intencionados, y esta esperando su momento hasta que puedea llevar el asesinato de cada uno de los Illances que le rechazaron. Mientras tanto, se contenta con llevar toda la desgracia que pueda a la Corona de Cormyr y mascrar o descreditar a tandos noles de esta nación como sea posible.
Fuente: Wizards of the Coast - Dungeon Digital 176 (Ed Greenwood's Eye of the Realms - Tarmel Drouth, Outcast Noble)
En los días de antaño, los nobles de Cormyr-incluyendo a los reales Obarskyrs-eran famosos por tener numerosa descendencia bastarda. Muchos de estos tuercescudos, como eran llamados de forma educada, eran enviados lejos, a menudo a otras casas nobles donde eran criados como sirvientes ignorantes de su parentesco. Otras veces eran mandados con familiares nobles en tierras lejanas donde eran entrenados como agentes comerciales o trabajadores cualificados que podían enriquecer a la familia. En ambos casos, este tratamiento mantenia las relaciones desagradeables en reserva, por si acaso ningun heredero legítimo sobrevivía para continuar el linaje familiar.
Muchos hijos e hijas tuercescudos se convirtieron en valiosos miembros de la familia. Algunos fueron nombrados los guardianes de las cuentas familiaes y otros los líderes de los guardias de la familia. Una tercera categoría de estos hijos fueron entrenados como los jefes de las fuerzas de choque ilegales de la familia. Estos grupos eran utilizados para saldar cuentas con otros nobles, rivales comerciales, acreedores y e insistentes aspirantes a nobles, asi como para disuadir a Magos de Guerra, Altos Caballeros y Arpistas demasiado entrometidos.
Sin embargo, una gran parte de tuercescudos se convirtieron en derrochadores sin dinero vagando por reinos lejanos como parientes lejanos. Incluso a algunos se les pagaba para permanecer lejos de Cormyr. Normalmente odiaban sus conexiones nobles, pero carecían de la voluntad o los métodos para vengarse de aquellos que les habían despreciado. Pero unos pocos tuercescudos proscritos poseían, como el refran dice, "más fuego en sus corazones" y se convierten en problemas reales. El más éxitoso-o conocido- en Comryr es Tarmel drouth, la "Perdición de Todas las Casas Oscuras". Este apodo más bien dramático ha despertado interés, provocando una pregunta que se plantea cada vez más a menudo en Sembia y Amn hoy en dia: "¿Quién es Tarmel Drouth?."
¿QUIÉN ES TARMEL DROUTH?
Tarmel Drouth (pronunciado "TAR-mell Drooth") es el hijo bastardo de Rancelair Illance ("RAN-sell-air ILL-ance"), el hermano mediano de los tres herederos Illance. La Casa Illance es una de las más antiguas, ricas y más poderosa familias nobles de Cormyr, y Rancelair es hermoso, atlético (un buen jinete y espadachín) y un libertino. Persigue emociones y a mujeres bellas de toda edad y posición social, come y bebe copiosamente, y gasta dinero como si, citándo a un amigo, "su bolsa es una interminable cascada en chorro de monedas."
Tarmel heredo el aspecto y caracter de Rancelair, pero también el temperamento ardiante de su abuelo Meldrauvyn. Pasó su juventud intentando superar las extravagantes costumbres de su sire. Tras varios silenciados asesinatos e incidentes de incendios provocados, sin mencionar incontables robos y peleas, Meldrauvyn decidió que Tarmel era demasiado peligroso como para permancer en Cormyr o ser asociado con la Casa Illance. Esta decisión llegó a pesar del apoyo de Rancelair a su díscolo hijo; Rancelair admiraba la temeridad de Tarmel y lo encontró útil para ocultar sus propias fechorías.
Asi que cuando comenzó su decimo novena primavera, a Tarmel Illance abruptamente se le dijo que ya no era más bienvenido en cualquier posesión o en cualquier edificio que la Casa Illance poseyerá, y fue desposeido del apellido de su familia. El empleo del apellido Illance en el futuro es ejecutaría con el exilio. Bajo una autorización de la Corona que Lord Meldrauvyn obtuvó sin la menor dificultad, Tarmel fue de aquí en adelante el oficialmente huerfano "Tarmel Drouth", el hijo de su hermosa pero enfermiza madre, una muchacha camarera al final del pobre muelle ocidental de Suzail.
INCENDIARIO DESAFIANTE
De repente empobrecido y sin hogar. Tarmel no se tomo su caida con sobriedad. Inmediatamente intentó quemar los establos Illance en Suzail (un acto frustrado por un vigilante mago de la casa Illance) y huyó directamnte hacia la Corte Real, posiblemente para proporcionarle una coartada, sin saber que el fuego de rapido crecimiento había sido apagado. Allí Tarmel denunció a gritos tanto a la familia Illence y la nobleza de Cormyr en general como decadente y ""destructiva para el reino y su gente en su egoísmo tuercevidas".
Aunque muchos plebeyos pueden estar de acuerdo con este juicio en privado, proclamarlo no le granjearía simpatias a Drouth. Los cortesanos ancianos sin rodeos le dijero que encontrará un trabajo honesto y que se dedicará a convertirse en un buen ciudadano en vez de uno orgulloso, fue invitado a abandonar el edificio. Los Magos de la Guerra y los guardias le escoltaron firmemente afuera y el avisaron de que no causará problemas.
Drouth salió corriendo, abandonando la ciudad -pero de alguna forma eludió el escrutinio que los Magos de la Guerra le habían situado para vigilarlo. Entonces se abrió paso hasta Waymoot, donde robó un carromato de leña tras emborrachar a los conductores. Entonces irrumpió en la habitación de alquiler de su madre, por lo fuerza se apoderó de sus pocas monedas, y de nuevo huyó de la ciudad. La Corona inmediatamente se llevó a Asla Drouth al palacio como doncella bajo un nuevo nombre, sospechando que Tarmel la asesinaría la próxima vez que llegará buscando dinero.
Los agentes de la Corona (deliberadamente) y los Dragones Púrpuras y cortesanos (a través de cotilleos) extendieron la noticia de los intentos de provocar incendios de Drouth. Suzail -y, lentamente, el resto de Cormyr- llegó a la sentencia compartida de que Drouth era un peligro para todos.
COBARDE PELIGROSO
A pie, Tarmel Drouth caminó hacia Sembia, robando herramientas a su paso, que luego vendía para comprar comida, una capa y botas resistentes. En las tierras altas de Sembia vivió en la espesura durante un mes utilizando granjas y pabellones de caza... y maquinó. Desarrolló una hábito de murmurar en alto para si mismo casi constantemente (aunque puede mantenerse en silencio cuando merodea), y alimentó sus odios. La furia de Tarmel en su tratamiento profundizo hacia una odio por la Corona y toda la nobleza de Cormyr, no solo la Casa Illance. No deseaba darles la espalda y comenzar una nueva vida; deseaba regresar al Reino del Bosque y humillarlos a todos.
Tarmel se convirtió bandido itinerante en los bosques de Sembia, asesinado para obtener comida, bebida y lo que necesitase para su regreso planeado a Cormyr. Para finales de verano estaba preparado, habiendo obtenido un nuevo guardaropa de prendas diarias, dos caballos, un pequeño carro, suficinetes barriles de embutidos de un alamcen a las afueras de Ordulin para llenar el carro y ocultar un bajo fondo con algunos venenos y armas -especialmente varias ballestas. Entonces se dirigió a Cormyr. Sin afeitar y pobremente vestido, no se parecía al atrevido joven noble que había huido del reino hacia unos meses, y fácilmente superó las inspecciones fronterizas, dirigiéndose no a Suzail sino a Fuente Ciervos, la mansión familiar en las tierras altas donde los Illances siempre se reunían a finales del verano.
Allí, en una cálida, noche de verano sin luna, con sus ballestas y virtores envenenados, Tarmel Drouth buscó su venganza. Otra vez, consiguió menos de lo que había pensado, huyendo apresuradamente de la mansión antes del amanecer, creyendo que Rancelair y Meldrauvyn Illance -y un ejército de sirvientes, guardias y al menos dos magos de la casa- yacían muertos tras de sí. En verdad, ningun virote había herido a Meldrauvyn y Rancelair se recuperaría, aunque Tarmel mató a los magos y a una docena de guardias y servientes del personal. Drouth se llevó tres cofres llenos de monedas de oro y plata, el alijo familiar que sabía que se guardaba en Fuente Ciervos, y se dirigió directamente de vuelta a Sembia.
Tuvo suerte. Los Illances tenían intención de albergar a ciertos ricos Sembianos en Fuente Ciervos para gestionar ciertos negocios sombríos. Estos visitantes se asustaron ante lo que encontraron y precipitadamente enterraron a gran parte de los muertos, alejando a los otros visitantes tan habilmente que pasaron días antes de que la noticia del ataque surgiese. Al mismo tiempo, otra familia noble fue atacada por bandidos cerca de Marsember, desviando la atención de los caminos de las tierras altas -y Tarmel Drouth desapareció en Sembia, inadvertido.
LOS DIOSES METEN MANO
Ahora lo suficientemente rico para vivir como desee, y lo suficientemente sabio para saber que sus estragos en las tierras altas de Sembia no podían continuar por siempre, Drouth se marchó a Yhaunn alquiló alojamientos modetsos, bajo un nombre falso. Allí maquinó de nuevo, contratando bandas de aventureros para robar almacentes y propiedades poseidas por nobles cormytas y espiando a elementos locales, o agentes comerciales, de nobles del Bosque del Reino. Era cuidadoso, razonando -correctamente- que las autoridades de Sembia no obstaculizarína a alguien que solo golpeaba contra los intereses de Cormyr.
Pronto Drouth se dio cuenta de una cosa curiosa: no importaba cuanto vaciará los cofres de monedas, misteriosamente se volvían a llenar solos. Al primero se quedo estupefacto, luego se atemorizó de que estuviera siendo incriminado por algo, porque ¿quién en una Sembia aferrada a las monedas daría monedas, en vez de arrebatarlo?. Trasladó las monedas al techo, ocultandolas en falsos desagües. Pero el reabastecimiento continuó, y Drouth llegó a creer que los dioses mismos estaban renovando su riqueza, porque su causa era "justa, y madura para tener éxito."
Sin saberlo él, sus benefactores ocultos son realmente individuos descendientes de nobles cormytas exiliados en el pasado, ahora con éxito en Puerta del Oeste y Sembia. Patrocinan a Drouth con las esperanzas de que mucos nobles de Cormyr (incluyendo los Obarskyrs gobernantes) serán derrocados -o al menos una buena cantidad asesinados- por el loco, obsesionado Tarmel Drouth.
DROUTH ASPIRANDO ALTO
Drouth es astuto. Aun le gusta visitar a menudo Cormyr, pero se mantienen bien apartado de las atrocidadas realizadas por aventureros que contrata a través de intermediarios sembianos. Drouth promueve intrigas elborada para incriminar a nobles cormytas por diversos diletos, asi como para espiar a nobles para exponer sus verdaderos oscuros secretos. Ahora evitar provocar incendios intencionados, y esta esperando su momento hasta que puedea llevar el asesinato de cada uno de los Illances que le rechazaron. Mientras tanto, se contenta con llevar toda la desgracia que pueda a la Corona de Cormyr y mascrar o descreditar a tandos noles de esta nación como sea posible.
Fuente: Wizards of the Coast - Dungeon Digital 176 (Ed Greenwood's Eye of the Realms - Tarmel Drouth, Outcast Noble)