Este es el primer artículo de una serie que se centrará en las razas principales y sus derivados en varios mundos de D&D como Reinos Olvidados, Dragonlance, Eberron...
Hoy comenzamos con los elfos genéricos, tal y como vienen en el Manual del Jugador (vamos, lo que le debe venir a un jugador cuando se quiera hacer un elfo, sin importar el mundo donde vaya a jugar).
ELFOS
Los elfos circulan libremente por las tierras de los humanos, donde siempre son bienvenidos pero nunca se encuentran como en casa. Son bien conocidos por su poseía, baile, canto, saber y artes mágicas, y gustan de las cosas cuya belleza sea natural y sencilla. Sin embargo, cuando el peligro amenaza sus hogares de los bosques, ponen de manifiesto una faceta más marcial, demostrando su habilidad con la espada, el arco y la estrategia en la batalla.
Personalidad: Los elfos suelen divertirse más que emocionarse, y es más probable que se muevan por pura curiosidad que por codicia. Al ser sus vidas tan largasm suelen poseer una amplia perspectiva de los acontecimientos, mostrándose distantes e indiferentes ante las casualidades sin importancia. No obstante, cuando persiguen un objetivo, ya sea una misión aventurera o el aprendizaje de una nueva habilidad o arte, se muestran perseverantes e implacables. Tardan bastante en hacer amigos y enemigos, y aún tardan más en olvidarlos. Responden a los insultos sin importancia con el desdén y a los más graves con la venganza.
Descripción física: Los elfos son bajos y delgados, yendo desde los 4 1/2 hasta los 5 1/2 pies de altura y de las 85 las 135 libras de peso; los varones miden los mismo que las mujeres u sólo pesan un poco más que ellas. Son criaturas elegantes, aunque frágiles, que suelen tener la piel pálida, el cabello oscuro y los ojos de un profundo color verde. Además, carecen de vello facial o corporal. Los elfos prefieren las ropas cómodas y sencillas, sobre todo en colores azul y verde pastel, y gustan de las joyes simples pero distinguidas. Poseen una elegancia ultraterrena y unos rasgos muy finos, por ello muchos humanos y miembros de otras razas los consideran criaturas enormemente bellas. Los elfos se hacen adultos más o meos a los 110 años y pueden llegar a vivir unos 700.
Estas criaturas no duermen de la misma forma que los miembros de otras razas, en lugar de ello meditan sumidos en un profundo trance durante 4 horas al día, obteniendo los mismos resultados que un humano que duerma 8 horas. Los elfos sueñan mientras meditan, aunque tales sueños son en realidad ejercicios mentales que se han vuelto automáticos gracias a los años de práctica. El término común para referirse a la meditación de los elfos es "trance" (como, por ejemplo, en la frase "trance de 4 horas").
Relaciones: Los elfos consideran que los humanos son bastantes toscos, los medianos un poco sobrios, los gnomos demasiado triviales y los enanos poco divertidos. Miran a los semielfos con cierta pena, y se muestran implacablemente recelosos hacia los semiorcos. Aunque son arrogantes, no lo demustran del mismo modo que los medianos o los enanos, y suelen comportarse de forma agradable y educada incluso con aquellos que se encuentran muy por debajo de los cánones élficos (en resumidas cuentas, toda persona que no sea de su raza).
Alineamiento: Como quiera que los elfos aman la libertad, la diversidad y la capacidad de expresarse por uno mismo, se sienten muy atraidos por el aspecto más afable del caos. Por lo general, valoran y protegen la libertad de los demás igual que la suya propia, y suelen estar moralmente más cercanos al bien que a ninguna otra cosa.
Tierras de los elfos: La mayoría de los elfos viven en los bosques, formando clanes de menos 200 individuos. Sus aldeas ocultas se mezclan con el paisaje arbóreo, causando poco daño a la floresta. Se dedican a la caza, la recolección de comida y el cultivo, sirviéndose de su habilidad y poder mágico para sobrevivir cómodamente sin necesidad de despejar el bosque ni arar la tierra. Su contacto con los forasteros suele ser limitado, aunque algunos se ganan bastante bien la vida comerciando con prendas y artesanía de bella manefactura élfica, a cambio de los metales que prefieren no extraer ellos mismos.
Los elfos que se encuentren en las tierras de los humanos suelen ser trovadores itinerantes, artistas famosos o sabios. Los nobles humanos compiten por conseguir los servicios de instructores elfos para que enseñen a sus hijos el manejo de la espada.
Religión: Los elfos adoran a Corellon Larethian, Protector y Preservador de la Vida, por encima del resto de los dioses. La mitología élfica afirma que los elfos nacieron de su sangre, derramada en las batallas contra Gruumsh, el dios de los orcos. Corellon es la deidad tutelar de los estudios mágicos, las artes, la danza y la poesía, además de un poderoso dios guerrero.
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