jueves, 18 de septiembre de 2014

Forjando los Reinos: Tras la Caída

Por Ed Greenwood
Traducción por Bowesley

Aventúrate con Ed Greenwood en los acontecimientos que tuvieron lugar después de El Heraldo, pero ten cuidado. ¡Si quieres evitar spoilers, considera leer primero la novela!

En esta ocasión, estamos ante un elemento de los Reinos después de los acontecimientos de El Heraldo, en los últimos meses de 1487 CV, asi que por favor considera estar primeras líneas como un adverterncia de spoiler.

Imagina una musica de fondo suave y melodiosa, mientras te hablo tranquilamente sobre la abundante cosecha de flores thaethe de esta año, esas grandes flores malvas comestibles utilizadas en ensaladas y guarniciones en el Vilhon, que ahora crecen salvajemente sobre las colinas de Tanistan, y que llegan a todas las mesas por todo Erlkazar. Y ahora haré referencia a las intrigas cada más populares de los bardos errantes que entremezclan sus baladas y lamentos con obras de un acto cinicamente humorísticas sobre las expectaciones cambiantes de los dioses en relación a los mortales, y la naturaleza cambiante de la vida diaria en cada reino por el que pasan actuando. El brillante cómico e imitador Imlith Khaldregarr se esta volviendo muy famoso por todos Faerûn.

De acuerdo, ¿suficientemente avisado y afectado?

Bien. A nuestro asunto principal: el destino de los umbra supervivientes después de lo que tuvo lugar en El Heraldo.

En pocas palabras, la vida terminó abruptamente para algunos habitantes de la ciudad netherina de Thultanthar, también conocida como "Umbra", y cambió drásticamente para otros (los supervivientes). En este artículo, echamos un vistazo a lo que le pasó a la ciudad y a que se dedica ahora algunos de estos supervivientes. 

El Día en que Cayó una Ciudad 

La batalla final por Myth Drannor, los ejércitos mercenarios reunidos, pagados y liderados por los umbra pusieron sitio a la ciudad élfica en un anillo cerrado. Los elfos defendieron ferzomente a la ciudad, infligiendo perdidas terribles a los sitiadores, pero los defensores estaban superados en veinte a uno o más, y ni un sólo elfo que cayó pudo ser reemplazado. El resultado fue inevitable.

Y todo fue un espectáculo, para impedir que los elfos montasen ningún tipo de defensa mágica coherente y apoyada a su mythal.

Eso es lo que Telamont Tanthul estaba buscando, eso y las guardas de muchas capas del monasterio de Candelero, a medio continente de distancia, todo según las órdenes de Shar, quien deseaba apoderarse del Tejido,  y convertirse en diosa de la magia para marcar el comienzo del caos, la calamidad y la desesperación absoluta y permanente, o destruir el Tejiod en el intento, y lograr el mismo resultado. Si Telamont fracasabe en el intento, entonces tan solo era una herramienta indigna más para ser utilizada y abandonada, un ejemplo más personal de calamidad y desesperación.

Y todo estuvo muy cerca de lograrse.

El Más Grande se rodeó de poder mágico drenando gran cantidad de objetos mágicos. Si todo con lo que tuviera que haberse enfrentado hubiera sido el Coronal, ella misma luchando cuerpo a cuerpo en una última batalla para defender el corazón cada vez más pequeño de su ciudad, sin duda hubiera triunfado.

El problema con obtener gran poder mágico en los Reinos es que existen muchos competidores, tantos otros hambrienrtos de poder que han estado esperando en las sombras, esperando el momento oportuno que consideran su mejoroportunidad.

Así Telamont Tanthul, un arrogante innegable y un gobernante demasiado seguro acostumbrado a ver su voluntad respaldada por muchos arcanistas de poder y habilidad, se topó con un Elegido de Mystryl, Larloch, quien había decidido dejar a un lado su habitual desconfianza y cautela y hacer su apusta por el Tejido. Después de todo, en su opinión, las Mystras que llegaron después de Mystryl eran guardianes menores del Arte (la magia arcana); ¿quien mejor que él para asumir el mato de Mystryl y gobernar toda la magia? Y sin duda esta parecía su mejor oportunidad.

Larloch tuvo éxito en apoderase del poder de las guardas de Candelero, y aunque se había extralimitado y lo sabía, el premio mereció la pena. Para empezar era más poderoso que Telamont Tanthul, y donde el Más Grande se había hecho más poderoso con la magia de una ciudad y muchos de sus objetos mágicos potentes, Larloch comenzó con más poder que eso, y mucha más experiencia, más la energía de las guardas de Candelero.

Desafortundamente para Larloch. Myth Drannor poseía una defensor incluso más poderoso de lo que era, quien le golpeó justo en el momento adecuado: la Srinshee.

Y desafortunadamente para Telmont, el iname Elegido de Mystra Elminster, dolido por haber sido engañado por Larloch, apareció para intentar defender el Tejido en el que había trabajado tantos años en reforzarlo, extenderlo y repararlo. Elminster consideraba a Telmont un tirando demasiado seguro, indiferente e irresponsable, pero no estaba interesado en retarle a un duelo, una contienda que bien podría haber perdido. En su lugar, estaba interesado en ganar a todo costa y defender el Tejido privando a Telmont del poder del mythal de Myth Drannor.

Así Elminster no participó en un duelo de arrojar conjuros similar al que practican los magos en las Ferias de Magia. En su lugar, utilizó desesperadamente el Tejido mismo, el cual en los siglos anteriores habia dominado lentamente gracias a las muchas, muchas reparaciones que le había realizado, un Tejido ya dañado y en peligro y probablemente condenado si no lo defendía. Con él, cogío todo el poder de Telmont y golpeó al Más Grande con él, destrozándolo y anclándolo a un lugar para que no podíera teletransportarse lejos a un sitio seguro (ya que el Tejido puede ser curvado alrededor en una jaula, asi que la translocación te devuelve al donde desde partistes). Es algo que Elminster nunca se hubiera atrevido a hacer si el Tejido no estuviera ya comprometido y ni siquiera sabía como hacerlo hace cuarenta o cincuenta años antes.

Así con Telmont atrapado en él, Thultanthar se estrelló en el centro de Myth Drannor y se hizo pedazos con gran perdida de vida de umbras. El Más Grande desapareció, posiblemente destruido y al menos sufriendo la destrucción de su cuerpo.

Esto no significa que se haya ido para siempre. Cuando la ciudad de Thulanthar comenzó a volar desde su ubicación normal sobre el Anauroch hacia Myth Drannor, la Srinshee preveyó el peligro para el Árbol de las Almas, el cual había sido plantado en el corazón de la repoblada ciudad élfica. Asi que empezó a visitar a todos los baelorn supervivientes que vigilaban las criptas familiares bajo Myth Drannor, y les ordenó o engatusó (lo que quiera que funcionase para cada guardián) para ir al Árbol de las Almas y protegerlo y defenderlo mágicamente con todo su poder. Decenas de ellos la obedecieron y situaron al Tejido alrededor del árbol para formar una barrera protectora cónica alrededor de él, para que así cuando la ciudad de umbra se estrelló, el Árbol sobrevivió, y el cono de baelorn y su magia perforó la piedra de la ciudad en descenso como una colimillo o pica gigante.

Su magia era del Tejido, y pertenecian al Tejido; también existe una diminuta posibilida de que Telamont Tanthul pasase a formar parte del Tejido, sobreviviendo como una conciencia dentro del Tejido, como ya han hecho muchos servidores fallecidos de Mystra.

Asi que a raíz de esa caida, unos pocos bloques del centro de Myth Drannor son escombros bajo los restos destruidos de Thultanthar. Los monstruos carroñeros vagan por el campo de batalla, que es un gran extensión de bosque sembarada de cadáveres de mercenarios elfos y humanos (ya que Myth Drannor era una ciudad de un bosque viviente, no una zona de suelo pavimentado repleta de edificios, como la mayoría de ciudades humanas). Todos los elfos han abandonado temporalmente la ciudad y la proximidad sembrada de cadáveres y los mercenarios sobrevivientes descorazonados y sin líderes están forrajeando (saqueando) por todo el bosque y al norte de Semina y los Valles. De la familia gobernante Tanthul, no hay señales, pero eso no significa que todos los Príncipes esten muertos. Algunos de ellos bien podrían haber sido destruidos o reducidos a "voces en el Tejido" (sobreviviendo sus mentes, pero sus cuerpos desaparecidos). Para un ciudadano de a pie de Thultanthar, sus destinos simplemente son desconcidos. 

De repente los umbras supervivientes y aturdidos se han quedado sin hogar y sin cadena de mando, cuando había estado acostumbrados a una vida diaria de orden en obediciencia absoluta al mando, y con las guardas máficas y efectos predominantes diarios en Thultanthar desaparecidos junto con su ciudad. Ademas, los Principes Umbra supervivientes, si los hay, también se han callado. Puedes estar escondidos recuperándose, pueden sentirse humillados y permanecer ocultos hasta sean una vez un todo y pueden estar desconcertados como los arcanistas "corrientes" muy debajo de su posición, y ocultándose mientras intentan darle algún sentido a todo esto.

Cualesquiera que sean las razones, los thultanthanianos supervivientes se encuentran dispersos en un mundo hostil, con su propia confianza en su superiordad innata desrtruida. Es un mundo con el que estan probremente familiarizados, y un mundo que les odia y les teme, si  es que tienen conocimiento de ellos.

Así que, ¿ahora qué?

Los Tres

Tres herederos ambiciosos del gobierno de Thultanthar, una ciudad que ya no existe, aunque existen otras ciudades netherinas que pueden ser tomadas, y para esto un montón de ciudades no netheinas mas nuevas que pueden ser conquistadas, sobreviven y estan actuando juntos.

Dos son las hermanas hermosas astutas Lelavdra y Manarlume, ambas hijas del Príncipe Dethud y por lo tanto Princesas de Thultanthar por propio derecho, un par de manipuladores sin escrúpulos y despiadadas, muy dispuestas a seducir y a engañar para conseguir sus fines. Manarlume es la hija mayor y la más reflexiva, y Lelavdra es la más impulsiva y positiva; ninguna de las dos desea gobernar sin la otra. El tercero es el arcanista capaz Gwelt, a quien el Más Grande le confió organizar un movimiento de resistencia al gobierno de los Príncipes, para que así los desafectos pudieran ser reunidos, identificados y posteriormente ser tratados sin piedad con cierta facilidad.

Ahora llamándose "los Tres", estos umbras jóvenes y ambiciosos buscan juntar a los thultantharianos supervivientes bajo su mando, las dos mujeres afirmando su derecho a gobernar por herencia de sangre, y Gwelt afirmando que cumple ordenes del Más Grande, una autoridad que el condeció expresamente Telmont, para hacer valer su derecho a gobernar.

Actualmente, los Tres están de acuerdo y se consideran buenos amigos, aunque ¿quien sabe lo que las tensioens de tomar decisiones les deparará con el tiempo?

Sus acciones iniciales han sido encontrar y reunir a los thultanthanianos supervivientes (casi tres decenas de arcanista de rango bajo, y poco más de veinte ciudadanos thultanthanianso no umbra) en la "Corte de los Tres", con Gwelt llevando a cabo la mayor parte de la busqueda y convenciéndolos. Su objetivo declarado era "continuar la sociedad thultanthana en un refugio alejado y buscar un papel nuevo en el Toril alterado en el que nos encontramos, centrándonos en nosotros mismo más que antes, y a corto plazo dedicarnos a encontrar aliados, identificar enemigos y enemigos probables, y ocultarnos hasta que seamos lo suficientemente fuertes para afrontar los desafíos".

En privado Gwelt ha aconsejado a las hermanas establecer relaciones estrechas con los mejores supervivientes, a reforzar su lealtad y ponerlos a todos a buscar a otros supervivientes y aliados probables (trabajando por separado y disfrazados). "Nuestro orgullo fue nuestra locura" a menudo dice Gwelt. "Cometeremos errores, pero no permitamos de nuevo ese error".

Gwelt mismo viajó por los alrededores por su trabajo, mientras que las hermanas se pusieron a trabajar en la construcción de un hogar para todos los thultanthanianos que quieran permencer con ellos, con suministos almacenados en al menos de una de las fortalezas en ruinas que fueron parte de la Ciudadela del Cuervo. Esta utilizando su magia para ocultarse de (y espiar a) un grupo de Zhentarim ya allí y reconstruyendo la ciudadela central, intentando juzgas a quien obligar, a quien eliminar y a quien engañar durante la mayor parte del tiempo posible.

Gwelt ha encontrado a más supervivientes de lo que esperaba, pero rechazado por una número sorprendente de ellos; individuos que ahora sienten que ser libres de los Thuntalthanos es una llama repentina de energía vital y rechazan volver a someterse al yugo de nadie. De ahora en adelante, van a ir por libre o cooperando con umbras compañeros de forma individual, probablemente en términos temporales. 

O, en otras palabras, Faerûn acaba de conseguir un gran suministro nuevo de magos "solitariso" independientes y oportunistas que están lejos de ser novatos y cuya visión del mundo ha sido cambiada (y por eso están cambiando).

Para ellos y para Toril, el futuro podría deparar, cualquier cosa.