Por Ed Greenwood
Traducción por Bowesley (aka Humuusa)
Ilustración por S.C. Watson
Xraunrarr perserverará. Xraunrarr triunfará. Xraunrarr permanecerá oculto, y todos los que descubran demasiado sobre Xraunrarr serán silenciados. Las madres de las colmenas son opresoras, y los tiranos solitarios son tontos que malgastan los recursos de nosotros los Más Grandes. La Causa es legítima; ofrece una forma para ascender en vez de sencillamente seguir adelante. Juntos, los Xraunrranos somos poderosos y nos realizamos. Dividios, somos menores. Unete a la Causa, y triunfa.
En las leyendas humanas -y en el torrente interminable de terribles relatos de taberna que continuamente reavivan y se añaden a estas leyendas- normalmente los contempladores son criaturas solitarias que acechan en cuevas, ruinas o en los lugares profundos del mundo, flotando sobre los huesos amontonados de sus víctimas.
A veces se cuenta que un padre contemplador hace que sus hijos sirvan como esclavos, guardianes y espías, o que aniquilar a un contemplador alerta a otros a viajar para vengar a su camarada caído. Unos pocos relatos hablan sobre los tiranos de la muerte - descompuestos contempladores muertos vivientes que son esqueletos o en parte espectros- ligados al servicio de un amo contemplador gigante vivo. Incluso existen relatos de archimagos contempaldores que pueden lanzar conjuros lo suficientemente poderosos como para derrotar a los mayores magos humanos.
No obstante pocas leyendas están cerca de la verdad: aunque existe un fuerte deseo en la psíque de un tirano contemplador a no obedecer a nadie, algunos contempladores viven en naciones, creando comunidades tan poderosas como las de las razas humanoides. No todas estas criaturas son seguidores obligados de una madre de la colmena, o una poderosa mente superior o un orbe antiguo. Algunos colaboran por su propia libre voluntad, unidos contra fuerzas externas incluso mientras continuan alimentando sus insignificantes rivalidads. La mayoría de estos grupos o tribus acechan ocultos en lugar de gobernar abiertamente territorios. La mayoría... pero no todos.
Esta es la historia de una de tales comunidades: la Xraunrarr ("Zzz-raw-rar"), llamada por su fundadora hace mucho tiempo muerta. En otro tiempo, Xraunrrar era un reino de la superficie de más de un millar de contempladores que gobernaban publicamente el entonces más grande Bosque Hullack en Cormyr oriental. La mayoría de humanos, si han llegado ha oido hablar de estos contempladores, vagamente recuerdan que estas criaturas fueron destruidas hace mucho por el druida Hullack.
La verdad es un poco más diferente. Los contempladores Xraunranos sufrieron pérdidas y reveses, pero no fueron tan derrotados ya que optaron por renunciar al gobierno abierto en favor de ocultarse y prosperar tras bambalinas.
Según Elminster, aprendieron la lección de que " fundar o reclamar un trono es estar ligado a él, ser un objetivo fácilmente descubiertos por todos, estar obligado incluso a protegerlo y defenderlo. Uno de deja dominar, conquistar y vive en libertad, y -una vez desafiado o incluso amenazado- se convierte en un defensor. Este papel repugnaba e irritaba a los tiranos Xraunranos, asi que renunciaron a él y buscaron las sombras, desde donde podía acechar y comenzar a vivir verdaderamente de nuevo".
Todavía estos contempladores viven, y están más cerca de que lo que mayoría de Cormytas creen.
EL ASCENSO Y CAÍDA DE XRAUNRARR
A los contempladores no les importa nada los calendarios o puntos de vistas humanos, y hasta hace bastante poco, los contempladores Xraunranos en gran medida pasaron desapercibidos para las otras razas conscientes, asi que determinar las fechas precisas de los acontecimientos que tienen que ver con el reino es difícil. Sin embargo, la secuencia de acontecimientos han sido desvelada y juntadas a lo largo de los años por los Arpistas; elfos interesados en las zonas ahora conocidas como Cormyr, los Valles y Sembia; y ciertos Elegidos de Mystra (principalmente Elminster del Valle de las Sombras). Los acontecimientos pueden ser resumidos como sigue.
Hace más de un millar de años antes de la Plaga de los Conjuros, una gran guerra entre contempladores se desencadenó en la Infraoscuridad, con la mayoría de los combates teniendo lugar en algún lugar bajo el Shaar Oriental (o aún más al este). Dos tribus o clanes de contempladores combatieron mientras las madres de la colmena en duelo obligaban a sus ojos tiranos dominados a batallar. Mientras tanto, varias independientes madres de la colmena más jóvenes que habían sido marginadas en la Supraoscuridad (habiendo sobrevivido por huir de sus hogares antes de que pudieran ser devoradas por sus horrorizados progenitores) intentaron tomar ventaja del enfrentamiento y robar las mentes de algunas orbes de ojos para fundar sus propias colmenas nuevas.
Una de tales madres de la colmena era Xraunrarr, quien conquistó las voluntades de entre doce y veinte ojos tiranos, lanzadose sobre las partidas de guerra mientras avanzaban a través de las cuevas. Xraunrarr y sus súbditos viajaron lejos a través de la Infraoscuridad, llegando finalmente a la parte ahora conocida como los Páramos Profundos. En lugar de masacrar a los drow que estaban desarrollando conexiones con la superficie cerca de lo que ahora es el Valle de las Sombras o los drow que estaban conquistando la Supraoscuridad bajo lo que ahora es conocido como el suroeste de Cormyr, Xraunrrar decidió que era más prudente permanecer ocultos de las organizadas, razas subterraneas conscientes durante un tiempo.
Cautelosa y paciente por naturaleza, Xraunrarr lideró a su banda de contempladores dominados hacia las cuevas superiores que salpicaban las montañas ahora llamadas Picos del Trueno, los cuales dividen los reinos actuales de Cormyr y Sembia. Rapidamente exterminaron a los trasgos y grandes trasgos de la zona, pero dejaron las guaridas de los dragones sin tocar, considerando a los dragones una gran amenza para otros intrusos. Asi, fue fundado el reino de Xraunrarr.
Durante siglos la colmena aumentó lentamente en número, conocimiento del mundo, y cohesión. Xraunrarr creía en el trabajo en equipo, la precaución paranóica, la vigilancia encubierta de los alrededores y permanecer oculto hasta que era el momento adecuado. La colmena capturaba presas de formas que no dejan supervivientes para informar de la existencia de los Xraunranos a otros.
Los ojos tiranos de Xraunrarr permanecieron como una pequeña colmena disciplinada que se mantuvo en la Supraoscuridad dentro de los Picos del Trueno, pero codiciaban todas las cavernas bajo el Cormyr actual. Las criaturas llevaron a cabo muchas incursiones de espionaje lejos de sus cavernas, y cuando determinban que las condiciones eran favorables, atacaban a débiles o muy ancianos dragones durmientes, o lanzaban incursiones de castigo y huida sobre elfos de la superficie locales y drow para impedir que se expandieran hacia sus cavernas y descubrieran Xraunrarr por casualidad.
A medida que los años pasaban, el poder de los dragones locales disminuyó, y la fuerza de los elfos locales desapareció. Continuando con sus incursiones de espionajes, los ojos tiranos vieron como los humanos llegaban a la zona.
Xraunrarr era igual de paranoica y necesitada de dominar seres menores como era cualquier otro contemplador, pero era mucho más calculadora y paciente que la mayoría de los de su raza -y mucho menos cegada por el sentimiento racial de superioridad. Vió el potencial de los humanos y decidió que cultivarlos, igual que los humanos criaban ganado, era el futuro para prosperar -un filosofía que llego a ser conocida como la Causa.
Preparándose para capturar un rebaño criador de humanos, Xraunrarr dirigió a sus contempladores a acercarse cuidadosamente a la superficie en las profundidades del Bosque Hullack (que entonces no era un bosque separado, sino la salvaje parte oriental de lo que hoy es conocido como el Bosque del Rey en el Cormyr septentrional). Allí aprendieron los peligros del bosque, cazaron bestias y plantas para experimentos, y se dedicaron a cultivar el bosque. A medida que los leñadores comenzaron a realizar excursiones por el bosque, los Xraunranos situaron monstruos como guardianes para mantener alejados a los intrusos. A pesar de todo, los contempladores mismos de vez en cuando se atrevían a capturar humanos para su rebaño.
Finalmente, Hullack, un druida de Eldath, llegó a las profundidades del bosque dominadas por los Xraunranos. Un hombre sabio, poco dado a la ira, Hullack se horrorizó al descubrir a los contempladores. Tras descubrir más sobre sus fuerzas y sus actividades, convocó al bosque contra ellos, aliándose con los elfos locales y alistando a dríadas, ents, sátiros y muchas bestias del bosque para reforzar a los sirvientes de Eldath que dirigía.
La Corona de Cormyr nominalmente apoyó a Hullack y envió a una docena de caballeros para servir como sus guardaespaldas, pero no hizó nada más. Los cortesanos de alto nivel de aquel momento no deseaban arriesgarse a tener un señor druida fuerte en el Cormyr nororienteal que podría obstaculizar la limpieza y la colonización del bosque -y a quien Sembia o los rebeldes "bajocapas" de Arabel y Marsember podrían subvertir. (Entonces como ahora en Cormyr, el término "bajocapa" no significaba traición abierta en el momento, sino esperando el momento para actuar; en este caso, se refería a aquellos resentidos con el gobierno Obarskyr y que esperaban su momento para levantarse en armas contra el Trono del Dragón). A los caballeros se les ordenó en secreto que vigilasen a Hullack y al enemigo al que se enfretaba y que informasen.
La batalla de Hullack con los ojos tiranos fue breve, feroz y desequilibada, con los contempladores masacrando a las fuerzas del druida casi a voluntad. Y entonces todo cambió cuando un traidor golpeó Xraunrarr.
EL TIRANO TRAIDOR
La mayoría de contempladores destruyen a los otros de su raza si les parece que son amenazas, pero Xraunrarr era diferente. Vió la necesidad por contempladores con formidables poderes lanzadores de conjuros y alentó a algunos de sus Xraunranos dominados a convertirse en magos contempladores. Más que esto, obligó a estos magos a compartir cualquier conjuro y objeto mágico que la colmena había conseguido en sus incursiones y excursiones, y les ordenó hechizar a los Xraunranos muertos como nomuertos (el tipo de contemplador que los humanos llaman "tiranos de la muerte") para servir como guardianes y escudos de batalla voladores cuando la colmena fuera a la guerra.
Cualquier mente que escudriñe a un mago contemplador o intente dominarlo mientras el mago lanza conjuros y experimenta con la magia queda cansada, agitada y nauseada. En la mayoría de los casos, el contemplador observador puede resistir, mantener el contacto y triunfar. Pero durante la batalla con Hullack, Xraunrarr estaba intentando vigilar y controlar las mentes de muchos contempladores. (Según Xargaul, entonces un jóven, en gran medida sin entrenamiento Xraunrano, la colmena eran varios cientos fuertes cuando combatieron al druida). Para aliviar la abrumadora carga mental, Xraunrarr se retiraba de las mentes lanzadoras de conjuros más activas durante breves periodos de tiempo.
Pocos magos contempladores se dieron cuenta de estos momentos de libertad, pero sólo un mago los aprovechó. (El resto prefiría la relativa estabilidad y seguridad de la colmnea, no atreviéndose a desafiar a Xraunrarr, o no podían decidir que hacer con sus fugaces periodos de independiencia). El único mago contemplador, un joven brillante Xraunrano llamado Uldeeth, vió una forma mágica para enviar un inmenso torrente de relámpagos producidos por los conjuros a lo largo del vínculo mental de vuelta a la madre de la colmena. Uldeeth pasó cada momento de sus siguientes varios períodos de libertad mental perfeccionando y preparando el conjuro de "rayos aniquiladores".
En el apogeo de la batalla contra Hullack, con Xraunrarr dirigiendo friamente y con precisión a sus fuerzas, Uldeeth esperó hasta que la madre de la colmena estaba coaccionando a más de dos veintenas de Xraunranos a la vez, manteniendo sólo el más ligero contacto mental con los magos mientras lanzaban sus conjuros de guerra. En ese momento, el traidor desencadenó sus rayos aniquiladores.
Xraunrarr se coció desde dentro y ardió en una muerte espectacular que dejó atontados o con la mente destruida a todos los contempladores directamente coaccionados. El resto quedaron momentaneamente desconcertados mientras quedaban abrubtamente liberados de la dominación. El caos gobernó sus conducta durante un breve momento salvaje, y entonces todos desaparecieron.
Las fuerzas de Hullack, considerablemente reducidas por el combate, de repente se enfrentaban sólo a unos pocos erráticos contempladores a la deriva que habían quedado aturdidos o con la mente destruida por la muerte de la madre de la colmena. Fueron aniquilados fácilmente, pero de los otros contempladores, no pudieron encontrar ningun rastro. Exploraron el bosque y, con cierto miedo, los túneles de los contempladores. Ni una sola esfera con pedúnculos fue hallada.
Hullack hizó señar los túneles y después levantar la Piedrasierpes en el lugar. Los ojos tiranos habían sido vencidos, el reino contemplador destruido.
LA PERDICIÓN DE ULDEETH
Bueno, no realmente.
En efecto, Xraunrarr ya no existía, pero la mayoría de Xraunranos estaban muy vivos. Huyeron del campo de batalla, dirigéndose al norte lo más rápido posible, no tanto para huir de las fuerzas de Hullack como de huir de los conjuros de Uldeeth. Después de matar a la madre de la colmena, el traidor había comenzado a utilizar sus rayos aniquiladores para destruir a sus compañeros magos. Con Xraunrarr muerta, Uldeeth estaba decidido a convertirse en el nuevo gobernante de la colmena.
Xargaul cree que algunos de los Xraunranos ancianos fueron al norte porque anteriormente habían descubierto antigua, magia funesta allí, y deseab atraer a Uldeeth a su perdición. (Elminster avisa de que las afirmaciones de Xargaul sólo son superadas por sus recuerdos en falta de fiabilidad, pero esta de acuerdo con que los contempladores parecían conocer algo mágico que humillaría a su conquistador aspirante). Lo que quiera que fuera, la magia fue consumida en el proceso de derrotar a Uldeeth, cuya apuesta por el gobierno de los Xraunranos demostró ser muy breve.
El poder del traidor fue arruinado, y la criatura pasó a una pobremente comprendida única forma de nomuerte. Hoy, ahora Uldeeth es un enjambre de desmembrados ojos espectrales voladores independientes que pueden aparecer y desaparecer a la vista a voluntad. Cada globo ocular arrastra una pequeña cola de carne hecha jirones y puede comunicarse a través de una voz escuchada en la mente del oyente.
Uldeeth pasa la mayor parte de su tiempo en un estado inmortal parecido al sueño. Se "despierta" siempre que un mago, un hechicero, un brujo o alguno criatura que porta objetos mágicos se acerca, y comienza a seguir a esa criatura desde lejos. Uldeeth se revela si encuentra a un lanzador de conjuros arcano sólo o en compañía de otros seres que están dormidos, heridos o sentados lejos. Se revela instantáneamente si encuentra a uno o más lanzadores de conjuros arcanos juntos.
Uldeeth habla directamente a las mentes de los lanzadores de conjuros, suplicándoles -en un aspero Común en un murmullo desesperado- que lance este o aquel conjuro sobre uno de sus ojos. Uldeeth invoca a cualquier deidad que sospeche que el objetivo venera o cualquier lealtad que reconozca a través de una divida, símbolo sagrado o insignia portada o transportada por el objetivo o los compañeros del objetivo. Uldeeth jura que su "rescate" es algo que la deidad, la autoridad o causa ordena o utiliza para probar la valía.
Cada vez que es lanzado un conjuro que tiene como objetivo a uno de los ojos de Uldeeth, cuenta como un "paso" hacia el restablecimiento de la criatura para ser de nuevo un contemplador completo. Restablecer completamente a Uldeeth requiere 3033 de tales pasos (hasta el momento sólo ha ganado veinte).
Hasta hoy, el enjambre de ojos espectrales de Uldeeth recorre rincones, claros boscosos y cañadas después de oscurecer en Cormyr, buscando coaccionar a magos, hechiceros y brujos en adelantarle un paso hacia la vida de nuevo. Ahora profundamente loco, cree que la Gran Madre (o alguna otra deidad) le mantiene vivo por un propósito importante, y que si puede recuperar su cuerpo, sus poderes de mago regresarán, y podrá comenzar a cumplir con su destino -lo que la deidad sólo le revelará entonces.
Un personaje que anteriormente ha visto a un contemplador muerto o inmovilizado reconoce lo que Uldeeth es. Realizando una prueba de Arcanos, Dungeons o Historia, a CD 14, el personaje sabe que un Uldeeth restablecido sería un tirano lanzador de conjuros, controlador de mentes.
UNA NUEVA VISIÓN
Con Uldeeth destruido y la dominación de la madre colmena finalizada, los contempladores Xraunranos supervivientes se reunieron en un conclave. Allí decidieron algo completamente nuevo para un grupo de ojos tiranos en Faerûn.
No vivirían bajo un único gobernante sino de acuerdo con las decisiones realizadas por un conclave regular de sus ancianos. No conquistarían ni saquerarín territorio sino que en su lugar cultivarían seres menores para comida, trabajo y bienes. Los contempladores se pusieron de acuerdo con lo que había creido Xraunrarr: que los humanos eran la raza consciente más ingeniosa, creativa y adaptable en el mundo.
A partir de ahora, los Xraunranos comenzaron a vigilar su propia colección de humanos, beneficiándose de los esfuerzos e innovaciones humanas, y sintiéndose satisfechos de los logros de "sus" humanos -sin mencionar la obtención de prestigio e influencia entre sus compañeros contempladores. (Como Xargaul explicó a Elminster, "Teneis criadores de ganado que se enrogullecen por su obra y compiten con sus rivales. Hacemos lo mismo, pero los humanos son nuestro ganado").
Entre los Xraunranos, universalmenet se sostiene que los humanos no tienen valía cuando son encerrados, encadenados y abiertamente esclavizados. Para que los humanos tengan utilidad, deben creer que son libres (o, al menos, oprimidos sólo por su propia raza y por circunstancias difíciles en lugar de por otras criaturas). Sólo entonces lo humanos prosperarán e innovarán, y solo entonces los Xraunranos se aprovecharán se los beneficios.
Dispersándose en pequeños grupos después del conclave, los Xraunranos establecieron dominios en las guaridas de los dragones que habían derrotado en las Tierras Pétreas, y las estribaciones montañosas de los Picos del Trueno y Cuernos de la Tormenta. En los años posteriores, pocas otras criaturas se han atrevido a acercarse a estas guaridas, y la mayoría de las que lo hiceron eran incursores orcos, monstruos hambrientos (lo cuales fueron devorados o esclavizados) o aventureros capaces (quienes demostraron ser mascotas muy úitles después de que sus mentes fueran controladas).
LOS XRAUNRANOS HOY
En Cormyr, los Xraunranos se comunican entre ellos, moviéndose a través de la Supraoscuridad o volando por la noche. Para evitar a los Magos de Guerra, fusionándose en las Tierras Pétreas o en las cavernas de montaña para evitar confrontaciones, haciendo nada para atraer la atención. Atacan con bastante frecuencia para robar humanos aislados para añadirlos a sus rebaños de cría cautivos (aunque los individuos rebeldes o peligrosos son devorados), todo el tiempo salen en incursiones de espionaje, y acechan pacientemente -ya que era la costumbre de Xraunrarr. De hecho, estos ojos tiranos se consideran "el reino de Xraunrarr" para distinguirse de otros contempladores.
Todos los contempladores odian y temen a aquellos que suponen una serie amenaza para ellos. Tradicionalmente, para los ojos tiranos de Faerûn, estos grandes enemigos incluyen a los dragones y a los malaugrym. La mayoría de contempladores consideran enemigos menores a los ilícidos aunque siguen siendo formidables debido a su número y persistencia.
Sin embargo, de preocupación más inmediata para los Xraunranos son las fuerzas de todo tipo poderosamente mágicas, ambiciosas y socialmente dominantes. Actualmente, los Umbra y Szass Tam son los dos más importantes. En consecuencia, estos enemigos deben ser frustrado a cada posibilidad, debilitados y al final destruidos.
La Causa
La Causa de Xraunrarr trata sobre una vida más fácil para los Xraunranos, lo cual puede ser conseguido dirigiendo humanos para beneficiarlos (y servirles) involuntariamente. Para lograr este objetivo, los contempladores Xraunranos eligen secretamente a que gobernantes humanos apoyar, cuales actuar contra ellos, y cuales derrocar. Aunque tiene feroces discusiones sobre los detalles de como seguir la Cuasa, los contempladores hasta ahora han acordado la forma general y la dirección de su doctrina.
Todos los contempladores magos Xraunranos supervivientes han jurado no utilizar su magia contra cualquier Xraunrano, a no ser que o bien sean ordenado a ellos por el conclave o deban defenderse de un ataque, o deban destruir a un contemplador que intenta obligar y dominar a los otros al estilo de una madre de la colmena.
Las Coronas de Ojos
Los Xraunranos tuvieron éxito a través de la sutileza. No esclavizan a nadia y no pueden controloar las acciones de una criatura coaccionada. En su lugar, cambian las actitudes de una criatura hacia los demás y colocan ciertas impulsos e ideas en su mente. Normalmente, dado el peligro que posee un mago contemplador que intenta permanecer cerca de un humano en la sociedad Cormyta, la coacción se realiza a distancia por medio de magia que funciona a través de baratijas pequñas portadas o poseidas.
Entre las más famosas están las coronas de ojos, hermosos anillos de metal que contienen gemas en forma de cabujón hechizadas (los "ojos"). Se fabricaron de esta forma para asi ser guardadas y apreciadas. Sin embargo, un puñado de las suaves gemas ovaladas se han perdido a lo largo de los años, y unas pocas más están guardadas en las bóvedas polvorientas de varios nobles, esperando a ser descubiertas.
Fabricar una corona de ojos consume al menos dos de los ojos más pequeños (reales) de los pendúculos de un contemplador vivo o muerto recientemente.
A continuación tienes unos ejemplos de las ideas o sentencias impartidas.
* "Glaeron es un traidor".
* "¿Porqué no aliarse con Lord Droun?".
* "El rey nunca me lo concederá; mejor tomarlo por mi cuenta".
* "No se puede confiar en los magos; no debo confiar en Orlel".
* "Lord Vorlsummer será un amigo de confianza; escuchale".
* "Están tras de mi; debo huir ahora mismo a las Tierras Pétreas".
Corona de ojos xraunrana Nivel épico
Una vez que estas ligado con este anillo de metal adornado con cabujones, tu mente puede acceder a los ojos y oidos de cualquier portador e intentar influenciar la mente del portador.
Artefacto: Espacio de objeto para la cabeza
Propiedad
Puedes ver y oir todo lo que el portador de la corona ve y escucha. Esto no te permite controlar la cabeza del portador, la dirección en que mira o sus movimientos; el campo visual y el alcance auditivo del portador limita los tuyos. Cuando no se lleva puesta la corona, puedes oir y ver como si estuvieras mirando en cualquir ángulo desde cualquier de sus gemas.
ataque a distancia: Poder de ataque (hechizo) * Diario (acción estándar)
Ataque: A distancia ilimitado en el mismo plano (el portador de la corona); tu nivel +3 contra Voluntad
Impacto: Comunicas una emoción o idea al portador. La emoción puede tener una imagen vinculada (como una persona en particular, un tipo de criatura, un objeto o un lugar) y la idea (la cual puede ser verdadera o falsa) debe ser expresada como una única frasse en un idioma comprendido por el portador.
Este poder es más eficaz cuado el portador esta rezando o dormido y soñando. El portador normalmente cree que la idea o frase le fue comunicada por una deidad, un ancestro, un embrujo o su propio subconsciente. A pesar de todo, la corona de ojos no controla las decisiones o acciones del portador, quien es libre de responder según desee.
Los Coaccionados por la Corona
Elminster cree que se necesitarán decadas de investigación diligentes para desvelar las identidades de los humanos que los Xraunranos han coaccionado directamente a lo largo de los años -sin menciones los cientos más secretamente manipulados, frustrados o ayudados. Tales investigaciones son de interes para la mayoría sabios de historia; las actuales herramientas de Xraunrarr son de importancia más práctica.
Los contampladores regularmente dominan a una docena más o menos de humanos involuntarios dispersos por todo el Reino del Bosque, especialmente media docena en Arabel. No solo los Xraunranos han mantenido su influencia durante siglos, sino que se han vuelto lo suficientemente hábiles como para eludir a Vangerdahast, a Caladnei y a cualquier excepto a dos o tres Arpistas (y ahora, Elminster).
Los Xraunranos cultivan su ganado para promover tres objetivos. Primero, desean mantener a los Obarskyr en el Trono del Dragón pero enfrentados a grupos inquietos de nobles descontentos que se odian entre ellos mucho más de lo que odian a los realistas, asegurándose de que todos llevan a cabo pequeñas traiciones y nunca se unen en una rebelión. Segundo, los contempladores desean que los aventureros sigan realizando expediciones a las Tierras Pétreas en busca de riquezas que están sujetas a rumores interminables (proporcionando asi a los Xraunranos una flujo constante de prisioneros de cría y mágicos). Y tercero, los ojos tiranos desean mantener que el comercio fluya libremente desde y hacia Cormyr, lo que impide un incondicional guerra abierta entre la nación y Sembia o cualquier otro vecino.
A veces los Xraunranos emplean mantoscuros controlados a través de conjuros como espías. Estas criaturas pequeñas, no más grandes que una cabeza humana, son enviadas a acechar en las esquinas ocuras de los techos de los castillos, sótanos y cavernas, donde ocupan lugares de ventaja estratégica tan lejanos que los magos contempladores puede ver y oír a través de ellos.
Hasta ahora, Elminster se ha preocupado sólo por la coacción Xraunara en los Valles y Cormyr. "Sembia" murmura sombriamente, "es una investigación que requiere toda la atención de seis Elminster -asombrosamente ricos, que no les importe los ruidosos, bulliciosos excesos decadentes, y un hedor siempre constante a codicia".
Ha descubierto que en el Año del Eterno, los Xraunranos han utilizado coronas de ojos u otros objetos mágicos para coaccionar a dos mercaderes ambiciosos en aumento, un cortesano de alta posición, un joven noble muy rico y la mayoría de otra familia noble.
Uno de los comerciantes prometesores y capaces es un urbano transportista listo en Suzail -el bajo, más bien anodino Velshond Marshfall de la Calle Dundown ("Discretas y veloces importaciones y exportaciones -todos los productos no perecederos). El otro mercader es un tonelero y constructor de barriles de Marsember llamado Andreth Barloun, propietarios de Barriles de Barloun, un negocio con varias tiendas ("Bienes envasados y enfundados por nuestros artesanos experetos y de confianza").
El cortesano controlado por los Xraunranos es Aldegrand Tallfyre, el Alto Escriba Real del Reino. Coordina todos los registros escritos excepto los documnetos Privados (escritos privados de la familia real, como herencias, acuerdos individuales, declaraciones de linaje y correspondencia) y documentos Oscuros (los registros internos secretos mantenidos por los Magos de Guerra).
Tallfyre es un hombre tranquilo, estiaro y sin humor, adicto a la pulcritud, la diligencia y la etiqueta. De muchos años de servicio y altamente de confianza, porta un amuleto regalado por los Obarskyr que escuda su menta. A no ser que fuera acusado de traición -con la acusación confirmada por un miembro de la familia real- Tallfyre esta sobre cualquier vigilancia o sondeo mágico por parte de los Magos de Guerra.
El escriba es responsable de mantener todos los registros gubernamentales como documentos completamente verdaderos que pueden ser fácilmente recuperados, y conoce su paradero en todo momento. Los Xraunranos se asguran de que Tallfyre es bueno en hacer desaparecer ciertos registros y substituirlos por falsos siempre que son necesarios encubrimientos. Además, rápidamente crea ordenes de arresto (por crímines ficticios) para aventureros en Cormyr que mencionan "tramas contempladoras" en publico o cuando hablan con los Magos de Guerra o con los guardianes de la ley.
El joven rico noble bajo la coacción Xraunrana es Tantram "Altastorres" Blyshar, quien ya controla la mayoría de las riquezas de su casi extinta casa. Su frágil y anciana Tía Shalice no ha abandonado las habitaciones superiores de Fuerte Bleys, la mansión campestre de la familia al oeste de los Robles Grises, en décadas. Cuando muera, Tantram se convertirá en el último Bleyshar vivo y herederá todo.
Los cortesanos y otros nobles menosprecian a Tantram como un derrochador sin importancia, y los plebeyos le rechazan por su snobismo, su mal caracter y amor cruel por las bromas. Aburrido y poco querido, anhela ser respetado por los demás nobles y adulado por los plebeyos, asi que los Xraunranos le han enviado unos pocos jóvenes sociopatas de ambos sexos. Estos aduladores han sido magicamente obligados a adorar y alabar a Tantram por los contempladores, y sutilmente le sugieren que tiene que hacer para ser ampliamente respetado en Cormyr.
La familia noble obligada por los Xraunranos es la de viejo dinero pero menor casa de los Indulshield, más conocidos por ofrecer hace tiempo un refugio al Rey Duar, siendo ennoblecidos por ello, y desde entonces se han mantenido politicamente y socialmente tranquilos. La Casa Indulshield ganó dinero gracias a contratos gubernamentales para proporcionar agua potable a Suzail gracias aun buen negocio de drenaje que sirvió a todos los granjeros de Cormyr; los miembros de la casa lo vendieron hace más de un siglo y desde entonces han estado viviendo de los beneficios. A medida que el dinero fue menguando, se endeudaron ampliamente, y en su desesperación, fueron fácilmente liderados por las nociones y visiones en sueños de los contempladores. Todo comenzó cuando "algo" le dijó a Lord Kaerond Indulshiel que se llevase su nuevo anillo -una corona de ojos que encontró mientras excavaba en su huerta- a la cama.
Las nociones impartidas por la corona condujeron a la Casa Indulshield a través de una serie de negocios beneficiosos que realmente eran pagos generados por las manipulaciones Xraunranas. Habiendo así dirigido a Kaerond a confiar en el consejo de la corona, un lejano mago contemplador Xraunrano entonces le hizó una nueva sugereancia: Kaeron debía organizar y funda una pequeña cábala de nobles para actuar como rebeldes en la sombra, mantiendo ocupados a los Magos de la Guerra mientras los agentes Xraunranos actuaban sin obstáculos en cualquier otro lado del reino. Dos veces, Lord Indulshield también ha contratado de forma encubierta a asesinos profisionales para silenciar a aventureros que han informado de avistamientos de contempladores a los Dragones Púrpura o a los Magos de Guerra.
Kaerond ahora esta preparado para inicar a cada uno de sus dos hijos y de sus tres hijas para porta la corona por turnos. Los magos contempladores pretenden que los jóvenes Indulshield conduzan a otros nobles a otras coronas de ojos y asi extender la influencia de Xraunrarr.
Los ojos tiranos desean que los gobernantes de Cormyr se preocupen sobre rebeldes al aceho y para sospechar que ciertos nobles albergan pensamientos traicioneros, aunque no lo suficiente para que se alarmen demasiado y acabe con la nobleza. Los Xraunranos también desean que un Mago de Guerra encuentre y examine una corona de ojos para que asi puedan influencia su mente y ganar una marioneta entre los poderosos magos de batalla y hechiceros -quizás el primero de muchos.
Si los contempladores descubren agentes de los Umbra o de Thay en Cormyr, desenmascarán a estos individuos ante los Magos de Guerra. Los Xraunranos desean que el Trono del Dragon sea querido y apoyado, considerándolo el corazón eventual del mejor rebaño de humanos bajo su control.
Fuente: Wizards of the Coast - Drago Digital 406 (Ed Greenwood's Eye on the Realms: Xraunrarr Shal Triumph)