miércoles, 7 de noviembre de 2007

Fortaleza Colmferro


Durante generaciones olvidada, una fortaleza de basalto oscuro se ha asomado sobre la desembocadura del Río Blanco junto a la orilla oriental del Mar de la Luna. Con reputación de ser hogar de practicantes de oscuro poder, la estructura es también la responsable de siglos de desapariciones y de liberación de extrañas abominaciones que recorren la zona. Si cualquiera de estos rumores son ciertos se desconoce igual que no existe ningún relato creíble sobre los misterios habitantes de la fortaleza.

Centinela del Helligheim Perdido

Los eruditos actuales saben poco sobre la creación de la fortaleza, aunque las leyendas dracónicas hablan de una imponente fortaleza de apariencia similar alrededor de las Eras del Nacimiento, unos veinte y cinco mil años antes de que los hombres y los elfos erigieran "La Piedra".

En esta era distante, una terrible guerra que abarcaba mil años había sido feroz entre las poderosas civilizaciones de los gigantes y de los dragones. A través de la larga guerra, los despiadados ejércitos de los dragones liderados por el terrible Garyx habían introducido una garra en el corazón de Ostoria, dejando al reino de los gigantes de fuego de Helligheim terriblemente debilitado y aislado. Siglos antes, los gigantes de fuego habían construido doce imponentes fortalezas por todo el ancho de la frontera sureña de Halligheim a lo largo de la playa del Mar del Dragón. Aunque impresionantes fortificaciones de piedra y magia, una a una las ciudadelas fueron conquistadas y destruidas por los ejércitos del Rey Dragón. Para cuando la misericordiosa estrella Asesina de Reyes apareción en los cielos para conducir a las sierpes a la locura, solo una fortelza remota quedaba en pie.

Helligheim resistió otro siglo o dos, pero el Reino Colosal había sido destruido y pronto, los derrotados jotunbrud comenzaron a retirarse más profundamente a las remotas zonas salvajes del norte. Sellada y protegida por poderosos lanzadores de runas, el solitario centinela de basalto permaneció mudo durante milenios, abandonado y olvidado.

La Fortaleza
Aparentemente tallada en el precipicio en el cual descansa, este imponente edificio se alza hacia el cielo desde la misma piedra del Río Blanco, el cual rodea la estructura por todas lados, excepto por el este donde el río se precipita al Mar de la Luna en una cascada de peligrosa caida. Construida en la apariencia de dos colmillos opuestos o inmensos pinzas, la gran torre de la Fortaleza alcanza más de 100 pies para rasgar el cielo. Una segunda torre surge perpendicular al acantilado como una garra que asoma sobre las furiosas cataratas de debajo. La misterios, extraña apariencia de la fortaleza es reforzada por el hecho que no tiene ventanas o almenas, solo una enorme puera de hierro en su base. Parece ser que la fortaleza es inmune a todos los efectos de adivinación y teleportación, y desde los días de la Crisis del Avatar ha sido rodeada por un circulo defensivo de zonas de magia salvaje y muerta.

Edades después de su construcción, los colonos humanos dieron el nombre a la impresionante fortificación de Fortaleza Colmferro debido a los ricos yacimientos de hierro que se encontraban en los alrededores de las Montañas del Espinazo del Dragón. Sin embargo, ninguno de estos yacimientos nunca ha sido explotado, ya que nadie se atreve a acercarse al lugar -y aun menos levantar una asentamiento minero permanente a su sombra.

Los Últimas Días de Grong-Haap

La Fortaleza Colmferro fue ocupada de nuevo en -981 CV cuando Haask, un monstruoso minotuaro Grancuerno (Manual de Monstruos IV) se declaró rey sacerdote y reclamó la fortaleza de basalto como la capital de su nuevo reino, Gronh-Haap. En los siguientes seiscientos años Grong-Haap se expandió lentamente hasta ocupar las del moderno Zhar, el Mar de la Luna oriental y las tierras altas norteñas del Vasto. Con un único ocasional roce con los elfos de Cormanzhor o con los orcos de Vastar, el reino minotauro disfrutó de un nivel de civilización desconocido entre los suyos. Luego en los últimos meses de invierno del Año de las Palabras Cobardes (-350 CV), una horda trasgoide de cien mil marchó contra Grong-Haap desde las Tierras Torturadas del helado norte.

Pronunciando unas en una lengua no hablada en Toril desde los Días del Trueno, Haask convocó ante sí una antigua manifestación de absoluta maldad y enfermiza malevolencia. Hargut de la Pestilencia Gris contempló el campo de batalla antes de volver su imperecedera mirada sobre el rey sacerdote. Pronunciando una poderosa Recitación de Mandato, Haask ordenó a la Pestilencia Gris destruir a los invasores y defender la fortaleza. Cientos de miles murieron ese día antes los muros de la Fortaleza Colmferro, su carne alimentando el voraz estómago de Hargut y sus almas condenadas a la eternidad en los Yermos de Perdición y Desesperación.

Para el anochecer la batalla estaba finalizada y ganada y Haask regresó triunfante a la fortaleza para festejar y descansar Dentro, el rey sacerdote fue sorprendido al descubrir dos terribles apariciones humanas sentadas en calma en su gigantesco trono esculpido. Antes de que Haask pudiera reaccionar, un tercer asesino apareció tras el rey sacerdote, clavándole un sencillo filo de hierro en su espalda hacia su corazón. A medida que su energía vital bombeaba hacia la daga encantada, la forma de Haask empezó a cambiar descubriendo su verdadera naturaleza como batracio doppelgánguer. Más adelante el misterioso trio salió de la fortaleza dirigiéndose río arriba hacia al Glaciar del Gusano Blanco y más allá. Pronto Grong-Haap se derrumbó, y durante un tiempo de nuevo la Fortaleza Colmferro desaprecio de la memoria.

Rumores y Leyendas

Se rumorea que en los años que siguieron a la caída de Nezheril, un archimago de aquella tierra llegó a Colmferro para reclamarlo para sí. La leyenda dice que realmente entró en la fortaleza, pero más adelante fue encontrado recorriendo las tierras salvajes de Zhar. Estaba completamente loco, y todo lo que podía murmurar era la palabra "verde".

El folclore orco de la época cuenta una parecida terrible historia. Cada década o así tribus enteras del Imperio Vastar desaparecían; los pocos testigos describen raptores oscuros apareciendo totalmente sin avisar para capturar desprevenidos hombres del clan en la noche.

Los colmilludos grises no eran los únicos que desaparecían en la zona. Durante generaciones, elfos, ogros, gigantes e incluso dragones han desaparecido bajo misteriosas circunstancias. Comenzaron a surgir rumores sobre que la Fortaleza Colmferro estaba ahora habitado por malvados "experimentos bestiales". Rumores que fueron aparentemente confirmados cuando extrañas monstruosidades híbridas ocasionalmente eran vistas en las proximidades del alcázar.

Santuario del Destripado

Imaginado por algunos durante décadas, los actuales habitantes de la Fortaleza Colmferro son los sacerdotes de una culto salvaje cuyos miembros veneran antiguos poderes oscuros y experimentan sobre criaturas que raptan de las montañas cercanas. Los perturbados cultistas creen en un dogma por el cual uno puede alcanzar la perfección física solo a través del uso de injertos ((Manuscrito Infernal), un oscuro ritual en el cual un miembro del culto permite libremente que una extremidad monstruosa u otra carne sea magicamente adherida a su cuerpo.

Con un fin horrible estas cirujías son realizadas en las entrañas de la Fortaleza Colmferro en una habitación conocida como el Santuario del Destripado. Pero los injertos no son los únicos extraños rituales realizados en estos salones. Las habitaciones adyacentes colectivamente conocidas como la Administración, contienen las celdas de las muchas bestias capturadas por el culto salvaje. A través de los siglos varios cientos de horribles aberraciones han sido liberadas en los alrededores, el resultado de extraños cruces u otros experimentos fallidos. Los parecidos caprinos ibixianos (Manual de Monstruos III), primera vez vistos en el Año del Hielo Arrastrado (703 CV), es solo una criatura de las ciento que han dado a luz este culto.

Prisionero de la Fortaleza

El verdadero poder dentro de la Fortaleza Colmferro no proviene del culto salvaje sino de la entidad atrapada dentro que adoran incuestionablemente, Haask, la Voz de Hargut. Aprisionada en la fortaleza durante casi siete siglos, Haask no pereció aquel lejano día en el campo exterior de la Fortaleza Colmferro. Los tres oscuros -un asesino oscuro, el siniestro nigromante y el terco señor de la guerra- presentaron una ofrenda al moribundo rey sacerdote, jurando perdonar su vida a cambio de su imperecedera lealtad y dominio sobre la Pestilencia Gris. Su sangre vital consumiendose y no considerando completamente las consecuencias de su decisión, Haask rápidamente acepto. Entonces los tres arrastraron a Haask a las afueras de la fortaleza para prostarse ante Hargut la Pestilencia Grís. Sacando un cetro engarzados de gemas del perdido Imaskar, el nigromante dirigió primero el artefacto hacia Hargut y luego hacia Haask miemtras pronunciaba tres silabas arcanas. Grande fue el grito de la Pestilencia Gris cuando fue forzado a acercarse hacia el caido doppelgánguer. Cuando al final se encontraron, los dos se volvieron uno, y Haask, la Voz de Hargut renació. El fin de la unión aún no esta claro ya que los tres humanos rapidamente aprisionaron a la abominación bajo la Fortaleza Colmferro y nunca regresaron.

Los aventureros que se adentren hoy día en la fortaleza corren el riesgo de liberar al Dios Perdido, un acontecimiento que seguro producirá terror por todo lo largo y ancho de Faerûn. Haask rápidamente buscará y recibirá la protección tanto de Málar como de Ghónador (Fes y Panteones), luego centrando sus malévolos pensamientos hacia la conquista del Mar de la Luna y la destrucción de la Iglesia de Perdición y sus seguidores. Actualmente debatiéndose bajo el tiránico gobierno del Alcázar Zhentil, las ciudades del Mar de la Luna están mal preparadas para el sangriento conflicto que seguramente podría surgir.

Haask, la Voz de Hargut
Hargu era un horror antediluviano del Reino Lejano que se manifestó en Toril como una colosal criatura de aspecto gusano con una boca de tamaño gigante repleta de filas y filas de afilados dientes cortantes. La piel de Hargut es de un verde enfermizo y semitransparente con llagas rojas visibles en la superficie. Haask, una vez un antiguo doppelgánguer, ahora es un simbionte (Manuscrito Infernal) fusionado con la piel exterior del imperecedero Hargut. A través de su simbiotica relación, el anterior rey sacerdote garantiza cierto grado de lucidez e inteligencia al de otra forma descerebrado Hargut. No esta claro si los dos sobrevivirían si fueran separados durante un periodo de tiempo, si fuera del todo posible.

Fuente: Wizards of the Coast (Ironfang Keep)