Por Ed Greenwood
Traducción por Bowesley (aka Humuusa)
¿Cómo y donde y cuando comenzaron los Reinos? ¿Qué hay en el corazón de la creación de Ed Greenwood, y como los Grandes Señores de los Reinos usan su propio mundo cuando dirije una aventura de D&D para jugadores en su campaña? "Forjando los Reinos Olvidados" es un artículo semanal nuevo donde Ed responde a todas estas preguntas y muchas más.
Los Reinos no comenzaron con Elminster.
Oh, no. Todo comenzó con Mirt.
Relatos cortos sobre Mirt, para ser precisos, no conocimiento de Dungeons & Dragons, porque no exstía una cosa como D&D en ese entonces. Cuando di vida a Mirt por primera vez, el juego no existiría en una forma publicada durante otros ocho años.
Asi que el escenario de los Reinos Olvidados comenzó como un relato, o mas bien, una serie de episodios en la vida de Mirt. Cuando todavía era un muchacho joven, había leido casi todos los libros en el estudio de mi padre. Siempre que pedía más aventuras sobre los personajes favoritos que iba descubriendo, normalmente recibía la respuesta de mi Papa de que los creadores de este o aquel héroe o granuja curisoso estaba muerto desde hacía algún tiempo, asi que si quería leer más historias, primero tendría que escribirlas yo mismo.
Asi que intente escribir por mi cuenta, con lo que una crítica caritativa podría describir como "resultado variable". Iba mejorando a medida que seguía, porque "mejorando" en verdad era la única dirección a donde podía ir desde mis comienzos.
A lo largo del camino, los personjes comenzaron a desarrollarse en mi cabeza, y uno de ellos era Mirt el Prestamista (quien una vez, en sus primeros años, se ganó una reputación como viejo mercenario resistente como un clavo conocido también como "Viejo Lobo" o "Mirte el Despiadado).
Me gustaban los relatos sobre Fafhrd y el Gray Mouser de Fritz Leiber, disfrutando tanto de su garbo de superficie ligera como de sus pequeñas revelaciones historia tras historia de Nehwon, el mundo por el que estos dos héroes iban de aventuras. Quería escribir mis propias historias de fantasías con el mismo estilo, no una imitación protagonizada por dos héroes capaces, sino episodios centrados alrededor de un protagonista muy diferente: Mirt el Prestamista.
Quería explorar que sería para un viejo taimado resollante engañar y comerciar su camino a través de aventuras mercantiles después de que fuera demasiado decrépito para hacer cosas del ágil Mouser, o para el caso, también pasar por encima de todos los enemigos al estilo de Conan. Mirt una vez había sido un espadachin de capa y espada, si, pero ahora era mucho más viejo.
Era un montón como el Falstaff de Shakespeare; un poco del viejo ingeniero borracho astuto de Guy Gilpatrick de un barco de carga, el Gelncannon; y con tufillo al comerciante intergaláctico de Poul Anderson, Nicholas van Rijn. Quería un hombre gordo harto de alimentos con un apetito prodigioso por la buena cocina, el buen vino y las buenas mujeres, una mente comercial afilada como el acero siempre a cuatro o cinco pasos por delante de la mayoría de sus rivales comerciales, y portador de unas grandes botas de aguas flexibles , que se movía por la vida bruscamente con una cojera, resollando. Mirt ya no podía correr más que los enemigos, no podia luchar contra muchos o trepar nada, pero podía (¡tenía!) ser más listo que mucha gente, y poseís muchísima experiencia. Aunque ya no podía saltar sobre un caballo mientras pasaba al galope o saltar grandes muebles en una lucha de espadas, ambas cosas las había hecho a menudo en su pasado, y se hacía una buena idea de lo que eran capaces de hacer sus oponentes.
Concebí a Mirt como un estafador a su manera a lo largo de la costa de una tierra de fantasía medieval con toques de Renacimiento, de puerto en puerto, un paso por delante de acreedores, rivales y autoridades locales. El primer sitio del que huyó, en la crónica que reuní, fue Luskan (aunque ese primer relato piadoso no publicado de 1966 hacía referenecia a una partida apresurada de Mirabar, gracias a un pequeño malentendido respecto a unas gemas) y el primer lugar al que llegó después fue Nuncainvierno.
Sabía que Mirt se dirigía hacia una gran ciudad comercial de cruce de caminos donde vivía un amigo suyo, un hombre llamado Durnan, quien era una parecida figura anciana de Conan, pero sabio y lo suficientemente mundano para denominarse "el hombre pensante de Conan". También sabía que Durnan estaba asentado, con una mujer y una familia, y no abandonaría esa gran ciudad para irse correteando con el viejo pícaro que consideraba su mejor y más viejo amigo. Podía ser el aliado de Mirt, rescatador y conspirador cuando Mirt estaba en la ciudad, un lugar que Mirt adoraba y al que regresaba muy a menudo, pero no se iría en barco o a caballo a otro lugar.
Para "otro lugar", no sabía de inmediato que el Mirt costero estaba abriéndose camino a lo largo de la Costa de la Espada, pero fue un año antes de saber que se estaba dirigiendo a Aguasprofundas (un lugar con un puerto "de profundas aguas" y por lo tanto un gran puerto, pero "Profundasaguas" me sonaba mucho a la Nueva Ingleterra del mundo real, donde "Aguasprofundas" sonaba suficientemente diferente que podía formar parte de mi mundo de fantasía en desarrollo) y que el mundo que contenía la Costa de la Espada y el feroz tormentoso Mar de las Espadas de más alá eran "los Reinos Olvidados".
Fue llamado asi porque preveía muchos mundos paralelos (en términos de D&D posteriores, "Planos Materiales Primitivos alternativos") unidos por puertas mágicas (lo que ediciones posteriores del juego llamaría "portales") existiendo uno al lado del otro, por decirlo así. Nuestro mundo estaba más cerca del mundo de Mirt, pero en los siglos reciente la mayorías de las puertas habían sido destruidas, estaban bajo vigilancia por lo que ya no estaban abiertas al libre tránsito, o literalmente olvidadas. Asi que la anterior existencia cercana de este mundo paralelo representaba las leyendas de dragones y magia y demás, pero habíamos "olvidado" la forma de acceder a estos reinos. Por tanto, nuestro mundo real no estaba lleno de dragones voladores y magos que podían destruirlos, y el mundo que todavía contenía tales cosas eran "los Reinos Olvidados". Normalmente se atribuye a Michael Moorcock el primero uso de "multiverso" en la ficción, pero el concepto es mucho, mucho más viejo; Lo encontre por primera vez (desarrollado más allá de los tratamientos antiguos de cuentos populares y cuentos de hadas de "tierras de hadas" vincualdo con nuestro mundo real) en The Wood Beyond The World (El Bosque Más Allá del Mundo) de Williams Morris (nota: inédito en español), publicado en 1894 (C.S Lewis tomo prestada la idea para Narnia, llamandola, como hice en los primeros días para los Reinos, "el Bosque Entre los Mundos).
De vuelta a Mirt. A lo que en realidad quiero llegar aqui es que los Reinos se desarrollaron como una forma para contar historias. Aunque he pasado años ocupado para mi propia diversión detallando fantásticos arboles, hierbas, gemas y demás de Faerûn, accidentalmente evite abrumarme al tratar de diseñar un mundo de fantasía desde cero. Comenzó mirando por encima del hombre de Mirt el Prestamista, viendo el mundo a través de sus peleas y huidas por los pelos y estafas.
Han pasado más que unos pocos años desde que vi por primera vez a Mirt resollando hacia mi, con una mirada inteligente y ojos fijos brillando sobre su medio sonrisa, y desde entonces he descubierto muchisimo de los Reinos, pero Mirt me ha guiado a través de todo, buscando nuevos agentes que engañar y nuevas rutas de escape siempre que huir demostraba ser la mejor parte del valor.
Ha sido todo un viaje.